Crítica Deus Caritas Est


Crítica a la Carta Encíclica de Benedicto XVI
“Deus Caritas Est”






Crítica a la Carta Encíclica de Benedicto XVI “Deus Caritas Est”
Lo interesante de realizar una crítica a esta encíclica es que los cuestionamientos que iban surgiendo al leerla, eran respondidos en la misma a continuación. Es decir, el mismo autor propone preguntas y analiza críticas frecuentes a la Iglesia paraluego responderlas y argumentarlas una a una.
Así es que por ejemplo una posible crítica a la Iglesia, respecto este tema del amor es si acaso la Iglesia no suele desvirtuar la belleza y la espontaneidad del amor con tantas prohibiciones y mandatos. Entonces se observa que la respuesta a esta pregunta tiene mucho que ver con la concepción de amor desde la cual se hable. Porque, como dice ZygmuntBauman también en su libro “Amor líquido”, hoy se tiende a calificar de amor a diversas experiencias vitales ya que el conjunto de experiencias definidas con el término “amor” se ha ampliado enormemente. Expresiones cotidianas como “lo hice por amor”, “hacer el amor”, etc., lo confirman.
Además, hoy en día suele asociarse el amor con una simple experiencia física o unos buenos sentimientos.Como expresa en una frase José Narosky: “El hombre descubrió una rara dicotomía: amor físico y amor espiritual. Antes sólo conocía el amor...” Sin embargo, equiparar el amor a una expresión corporal sería una denigración del ser humano y de su propia capacidad de amar. El mismo Narosky nos lo vuelve a decir con este aforismo: “La fusión de cuerpos sin fusión de almas no difiere del amor por precio.”Pues así como la persona está formada por diversas dimensiones: es un ser bio, psico, socio, espiritual y trascendente, debe desarrollarse en todas ellas para alcanzar un equilibrio y armonía. Pero estos aspectos no están disociados, sino que se interrelacionan, formando una unidad, por tanto, todo lo que haga con el cuerpo, también lo hará con la mente y con el alma. Es el hombre, la persona, laque ama como criatura unitaria, de la cual forman parte el cuerpo y el alma. Sólo cuando ambos se funden verdaderamente en una unidad, el hombre es plenamente él mismo. Únicamente de este modo el amor, el eros, puede madurar hasta su verdadera grandeza.
Sin embargo, dentro de esta crítica se halla otra muy asociada, y es: ¿el amor puede ser mandado? O incluso: ¿Es verdaderamente amor si se amapor mandato? Porque sabemos que la Iglesia católica propone en el decálogo el amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Sin embargo, el mismo Benedicto XVI nos responde a esto: “el “mandamiento” del amor es posible sólo porque no es una mera exigencia: el amor puede ser “mandado” porque antes es dado.” (p. 37) Y es que es el mismo Dios quien nos da ese mandamiento, porqueÉl mismo nos amó primero. E incluso en su nuevo mandamiento del amor nos pone como medida de amor la medida con la que Él nos amó: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Jn 13, 34). Y sigue amándonos primero; por eso, nosotros podemos corresponder también con el amor. Dios no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y experimentarsu amor, y de este antes de Dios puede nacer también en nosotros el amor como respuesta.
Por otra parte, creo que hay un error generalizado muy asociado a esta crítica, y es la creencia de que no hay nada que aprender sobre el amor, tal como lo propone Erich Fromm en su libro “El arte de amar”. Se vivencia una actitud de que no hay nada más fácil que amar, a pesar de las abrumadoras pruebas de locontrario. Quizás por esta razón vemos que la gente hoy en día se muestra reacia a ser instruida sobre qué es el amor y la manera cómo amar, pues prevalece la idea de que es algo natural y que se da espontáneamente y que por tanto, sea la manera en que se dé, estará bien. Bauman refleja muy bien esta creencia cuando dice que es imposible aprender a amar y que nadie puede mantenerse fuera de su...