Criminalidad
La criminalidad es el problema público más grave que tenemos que atender. La sonoridad de cada caso que nos golpea seescucha fuera de Puerto Rico y afecta nuestra reputación como país democrático. Por más que queramos proyectar que somos un país de ley y orden, a imagen y semejanza de los Estados Unidos y otros paísesavanzados donde impera la justicia la realidad es que los que nos ven desde el exterior e inclusive algunos hijos del país piensan que hemos caído en un sub- tercer mundo donde directa oindirectamente por acción o indiferencia nos corrompe la ilegalidad, somos protagonistas del desorden y propiciamos la impunidad.
El crimen tiene muchos componentes. Por un lado, es producto de una empresacriminal multimillonaria que controla el narcotráfico y la entrada ilegal de armas. Por otro lado, es incentivado por un marcado desempleo que convierte a los puertorriqueños en presa fácil para serconvencidos de que la ilegalidad paga sin sudar mucho y beneficiándose mediante la intimidación y la violencia del trabajo de otros que de manera responsable siguen las reglas de juego.
Las condicionesde sociales como la dependencia del estado o de los padres que trabajan, la deserción escolar como resultado de falta de retos, orientación adecuada o intervención a tiempo para fortalecer alindividuo, la carencia de vivienda adecuada que muchas veces les lleva a vivir en medio de centros de narcotráfico o violencia y la desintegración y desatención de la familia que ya no es alternativa decohesión y desarrollo, hacen a nuestros jóvenes terreno fértil para la delincuencia y el sicariato.
El Gobierno, la escuela. la iglesia y las entidades sociales de ayuda al individuo para formarbuenos y responsables ciudadanos han abandonado el perímetro, o han salido huyendo limitándose no a lo se necesita sino a lo fácil.
Definitivamente, es más fácil dejar a un lado a las comunidades...
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