Cristóbal jodorowsky
-No comienza, no termina… ¿Qué es?
Me quedé sin habla. ¿De donde surgía una pregunta tan extraña? ¿Cual era su sentido? Sentí que si fracasaba perdería a mi padre parasiempre. Me tembló el alma, se me revolvió el vientre y, desesperado, busqué una respuesta entre los surcos de mi mente. Pero ¿como podía alcanzar el satori -una súbita iluminación- aquel niño de tansólo siete años? Uno puede demorarse toda una vida en despertar a su condición original, a su dios interior: así que, o me reventaba la mente por el esfuerzo sin encontrar las palabras adecuadas, ome convertía en un mutante: un niño tempranamente despierto.
El silencio que siguió me pareció eterno. Tímidamente, al fin me atreví a farfullar:
-Viene de allí y va para allí.
Mi padre sonriócon satisfacción.
-Eres astuto. Mereces que te cuente el sentido de los koans. Durante la hora que siguió, recibí una apasionante explicación sobre estas ancestrales preguntas utilizadas por losmaestros del budismo zen como un modo de transmisión de conocimiento a sus discípulos. Su propósito consiste en revelar un nivel de experiencia directa no conceptual de la realidad y hacer florecer lasabiduría intuitiva en los iniciados. Se puede meditar sobre su significado durante años, pero hay maestros que te miran con insistencia y piden una respuesta inmediata. La solución en sí no tiene...
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