Cristo Bedoya
Más tarde, en la media noche, los cuatro nos fuimos para la casa de María Alejandrina Cervantes. Mientras estábamos ahí, por allí pasaban loshermanos Pedro y Pablo Vicario. Eran gemelos idénticos y era difícil distinguir cuál de ellos era quién. Los hermanos se pararon allí, cantaron y bebieron con nosotros y compartíamos como buenosconocidos y amigos. Al rato decidimos subir a la colina del viudo de Xius, para cantarles a los recién casados. Les cantamos por las ventanas, tiramos cohetes, y reventamos petardos pero nadie percibió niuna señal de vida dentro de la quinta. A pesar de eso, Luis Enrique, quien era un profesional en la guitarra, empezó a improvisar, en honor de los recién casados, Bayardo San Román y Angela Vicario.Entonces, a eso de las 4 de la madrugada decidimos bajar la colina. Luis Enrique nos invitó a “desayunar” pescado, pero Santiago Nasar se negó porque quería dormir una hora hasta que llegara elobispo. Entonces nos despedimos de los demás y nos fuimos por la orilla del río hacia la casa de Santiago Nasar. Cuando llegamos a su casa, acordamos encontrarnos más tarde en el puerto, y nos despedimos.Fue entonces cuando decidí irme a casa de mis abuelos a quedarme conversando un rato, hasta que llegara el obispo para encontrarme con Santiago Nasar nuevamente, en el puerto. Allí obtuve muchos...
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