Cuento 1

El insomnio y el diario

Sonaron siete disparos a las cinco de la mañana. Cinco de entrada y dos de aparente remate; o al menos eso escuché y no pude dormir más. Es domingo, pecado dormir tan poco (aunque me acosté como a las once así que no dormí mal) y, de tanto pensar y pensar antes de levantarme (intentaba seguir durmiendo) me dio mal genio. Entre pensares torpes deseaba haber estado en laventana justo antes de los disparos de aquel idiota y hacerlo explotar con un mortero. Me da mucha ira despertar de esta manera, por eso los pensamientos más idiotas, pero en fin, decidí hacer algo que me alegró la mañana: ojear mi antiguo diario.

Hacía un tiempo que no lo veía. Tengo el ritual de abrirlo en alguna página aleatoria y leer donde caiga el dedo pues leerlo desde el principio meparece aburrido. El dedo me llevó al 1994. Fue entretenido porque ya para esta época escribía mejor y no me topé con una de esas tristes vivencias emocionales con mi padre. Choqué con una carta que le escribí a la directora de la escuela cuando cursaba el noveno grado. La pasé casi intacta a este escrito y leía algo así:

14 de abril de 1994
Señora Ávila y a quien pueda interesar,

Escribo estacarta a petición de la señora Ávila, directora de la escuela, quien luego de hacerme un interrogatorio infructuoso (para ella por no hacerme confesar algo que le diera razones para expulsarme) me hizo escribir una especie de declaración jurada en caso de que luego cambie mi versión ante algún futuro confrontamiento.

Ayer a eso de las nueve y cinco minutos (para que quede en record) en la clasede español de la señora o señorita Rodríguez hubo un forcejeo entre la maestra y yo porque esta quería saber qué información intercambiaba con Elba previo a la clase. Le decía que no intercambiaba ninguna información, ella insistía en que sí lo hacía e investigó cada papel que había en mis libretas.
-¿Dónde está? -me preguntaba en un grito.
-¿Dónde está qué? -Preguntaba yo, no decía nada yseguía mirando mis papeles.

No encontró nada y yo no hablaba. Dijo que iría al puesto de seguridad a verificar el video grabado, salió con una sonrisa en su cara, estaba segura y furiosa; casi al salir de la puerta regresó y también se llevó mi mochila.

Como ya se sabe no encontró nada, “no hay evidencia conclusa”, debió decirle el señor González al mostrarle el video, pero la señoraRodríguez podía ver que algo leía en el video así que su cuestionamiento tomó otra vez fuerza cuando regresó al salón de clases.
-¿Qué leías?
-nada relevante.
-sabias que habría un examen sorpresa, te lo dijo el otro grupo, ¿verdad?, y Elba te pasaba su asignación, ya que tu no la hiciste como puedo ver en tus papeles.
-si lo sabía, pero Elba no me pasaba nada. No sé que preguntaba en ese examen,tampoco hice la asignación de donde venían las preguntas como ya sabe.
-¡te ibas a copiar!

No dije nada y más rabia le dio. No tenía nada que decir ante esa acusación. En un caso real de corte esto sería un acoso e invasión a la privacidad.

Ahora, ya que son ustedes los que mandan, dirigen, coordinan y deciden, sepa que esa no es toda la verdad. Elba y yo hemos sido amigos desde el segundogrado, tanto hemos compartido que cuando estábamos en séptimo le gustaba a un muchacho que llegó nuevo a la escuela y me preguntó si yo era el novio por la confianza que veía nos teníamos. Ellos terminaron siendo novios ese año con mi bendición, pero eso no añade nada al caso.

Lo que si añade a la verdad del asunto es que el martes estuvimos hablando de nuestra respectiva pareja para el desfile degraduación, de drogas y de sexo; nos sugeríamos parejas para el desfile, imaginábamos en qué momento (si eso pasaba) probaríamos drogas y en que otro momento tendríamos relaciones sexuales y con quien. Eran temas banales, pero de más tonterías hablamos todo el tiempo. Me dio curiosidad la forma en que contestó a cada uno de esos tres temas (cosas que no le contaría a usted lector) y ayer en la...