Cuento

Levante la cabeza, al fondo, el enorme ventanal de apartamento construido en 1897 abierto de par en par, la cortina blanca danzaba con el aire que se colaba y daba al lugar ese toque infausto para completar el cuadro trágico.
Se alcanzaba a vislumbrar la caída de la noche, el encendido de las luces, e incluso una pequeña parte del edificio postal en frente. Podía escuchar como se desvanecíalentamente el ruido del tráfico, los murmullos de la gente y el eco de los pasos presurosos de los transeúntes que intentaban llegar a casa en medio del caótico frenesí de la ciudad. Yo estaba en casa…sin embargo pareciese que no.
No pude evitar unirme a la escena, la frialdad del muro blanco aun en yeso se hizo presente al extremarme en el, admiraba aquel paisaje como si fuese nuevo…y lo era, puestoque jamás había prestado tal atención, miles de ideas iban y venían a mi mente como si la agitación de abajo perturbara de algún modo mi situación…o quizá se hacían compañía.

Una suave caricia helada del viento provoco que se me erizara la piel por completo, pude sentir como se deslizaba travieso por mi columna vertebral y desaparecía al llegar a los talones. Era increíble como en medio detanto movimiento podía sentirme tan tranquilo, tan sereno después de…ahhh, después de…
No me echare a llorar de nuevo, ya no…menos ahora que por fin he logrado escapar, menos ahora que el hilarante momento ha decidido hacerme compañía.

Me deslizo hacia adentro, ya es de noche y la oscuridad se hace presente en el resto de la habitación, la serenidad me ha inundado, no sé cómo, pero hasta puedosentirme más templado ¿como algo tan frío y vano me puede causar tan singular tranquilidad?

Suena el teléfono, pero no quiero contestar, aun no se si tengo la voluntad suficiente para encarar una vez mas lo que ya había olvidado hasta hace unos segundos…
I see my reed door and I want it painted black, no colors anymore I want them to turn black
Continua la canción y se perfectamente quienes...es ella de nuevo. Y yo con el bolsillo vibrando, descalzo, con ambas manos en la cabeza, mirando al vacío sin poderme mover.
No quiero pensar…ahhh… debía marcharme, debía hacerlo, la sola idea de vivir así me hacia daño; no podía, sin embargo le echo de menos, es una barbaridad decirlo así, por lo irrisorio de la frase, pero en verdad le echo demasiado de menos.
No puedo escucharle mas, no,diciendo que no le importa, que vuelva, que resista ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo sopesar el infinito dolor que le causare al verme desvanecer? ¿Cómo apabullar su llanto o como fingir no escucharlo? ¿Cómo llevar una vida normal si…si ya no lo es? Y aun así ¿Cómo pretender que nunca existió para mi si fue su brillantez la que me insito a sentirme humano?
Es el destino o es que hay una fuerza mayor que provocaesta clase de desencantos, o es que alguna vez no hice lo que debía y hoy lo estoy pagando así…aquí…solo.
¿A quien culpar? Sino a la rudeza del camino, ¿A quien reclamo? Sino a mi voluntad para hacer lo correcto ¿y como negarlo o escapar si he vivido con ello todo este tiempo?
Me he prometido ser fuerte más mi condición humana me restringe en demasía… el teléfono ha dejado de sonar, mas sigosin poder moverme, necesito respirar, me siento agitado, estoy mareado. ¡No puedo más!

De nueva cuenta en el ventanal, necesito huir una vez más...

Me interno entre la gente convirtiéndome en uno mas, a diferencia de que ellos en su intento desesperado de llegar a su destino me hacen sentir en el mío.
Camino entre algunos, junto a otros, casi puedo distinguir que murmuran…que piensan. Depronto al doblar la esquina de Mussiner y Gallaos, escucho música pero no es normal que sea tan enérgica, es una mezcla magnética, y el mensaje…si, es el mensaje lo que me insita, lo que me llama… trato de llegar a la fuente:
“I've lost my fear to war and peace I don't mind that, You took the price and realize That to your eyes ”

He llegado; miles de luces despuntando al cielo, tintineando y...