Cuento

Es un día lluvioso, el ímpetu del agua cosquilleaba los frondosos eiks, robles milenarios de imponente figura, aferrados con sus fornidas raíces que parecían por alguna extraña razón manos humanas,con las formas detalladas de las falanges y las uñas al suelo más fértil de todo el planeta Reverie, donde los háp_ _no sembraban semillas como el homínido está acostumbrado, sátira perfecta de lavida, pues ellos pese a su dependencia de su “soporte” no necesitaban mantener cuidado alguno hacia aquél precioso y límpido sustrato que la madre naturaleza bendijo a los háp_ _con lo que a nosotros nosquitó.
Esta raza que pese a su escabrosa y burda apariencia que hace sentir en el cuerpo del hombre un escalofrío tremendo y miedo inmediato, debido a su escamosa piel, cuarteada por losdesafiantes vientos que batallan con Eolo en el asteroide aledaño, y que hace algunos años se adaptó de tal forma que la piel se cubre paulatinamente de una consistencia viscosa y bastante hedionda, que estosseres no logran percibir pues aunque tengan sus sentidos altamente desarrollados, el olfato nunca será su fuerte; sus ojos son penetrantes, y que merecen un respeto implícito al observarlos, ya seadetalladamente o de forma vaga. Son seres sin dientes, con una garganta que produce un sonido a reventar los tímpanos, lanzando una sinfonía echa por un hombre senil; es desconcertante ver que soloposeen tres “dedos” en cada una de sus manos, y los dedos que faltan para completar una mano humana son complementados en ellos en sus pies, tan gruesos y ásperos como las llantas de un tractor agrícolaterrestre. Pero pese a todos estos aspectos, los háp son individuos pacíficos, que experimentaron guerras tan lascivas y repugnantes que llegaron a un punto en que reflexionaron de su idiosincrasia paracon ellos mismos, por lo que ahora son un pueblo sumamente enlazado con sus deidades y su mente (les suena un tanto la comparación con la extinta palabra ‘maya’ o la tan implorante ‘grecia’ quedada...