cuentos y textos persuasivos


La espinaca
Si hay algo que nunca pude tragar es la espinaca. De chico todos tenemos eso que realmente odiamos, eso que no podemos tragar a pesar de empujarlo con coca, jugo o agua…
Esa sensación de arcada que nos generaba, era imposible de evitar y nunca faltaba el reto de los padres.
Y obviamente que la espinaca era mi talón de Aquiles. A pesar de no ser un gran comedor de verduras, laespinaca siempre me costó un poco más, y si encima le ponían salsa blanca….dios mío!!!
En ese momento tendía unos 8 o 9 años. La cena era siempre elegida por mi mama y a pesar de ser bastante generosa, nunca faltaba aquella comida que nos disgustaba.
A pesar de los retos, amenazas, permanencias frente a la mesa hasta las 4 de la tarde, era imposible tragar esa verdura…
Una última opción que pensaron enese momento, fue mandarme al baño a comer. Aquella habitación de la casa, tenía como especial un pequeño mueble negro, como una caja, en donde mi abuela guardaba las toallas, pero que uno nunca abre por temor a lo que pueda encontrar.
Esa noche me toco ese último destino. Ya el baño era como la ultima opción, después de eso… la muerte, por lo menos a los 8 uno piensa eso!!!
Con mi plato repleto deespinaca camine por el camino de la muerte. No había escapatoria, del baño no se podía salir, no se podía pelear, no se podía llorar. Solo comer esa comida era la salida, era la llave de libertad…
Pero no para mí. Tenía que encontrar la manera de salir de aquel cuarto, de buscar mi libertad para jugar en el jardín, algo tenía que hacer…!!!
Mi mente iba a 2000 por hora pero no había nada que se meocurriera…, el tiempo pasaba, la espinaca se enfriaba y era más fea todavía…
Era una lucha constante, la espinaca o yo… y no quería perder.
Después de mucho pensar, con el plato en ese pequeño mueble y yo sentado sobre la tapa del inodoro, encontré la respuesta.
El tiempo había pasado, ya podría haber terminado de comer, por lo que la desaparición de la espinaca era la opción correcta…
Pensé enla ducha, pero no; el lavamanos….mmmm, tampoco.
Ya se! El inodoro!!!!
Despacio y sin hacer mucho ruido para para que no piensen en que estaba haciendo, tire toda la comida del plato directo a mi salvación blanca!
Lo deje casi impecable, como si hasta lo hubiera disfrutado. Baje lentamente la tapa y solo me dedique a esperar unos minutos mas… no había que dejar sospechas!!
Al grito de“terminaste???”, con cara de sufrido y vos pesada dije que si, y como un gran actor de novela salí de aquella prisión con aires de victoria.
Con el plato en mano, se lo acerque a mi madre, que esperaba para continuar con el lavado…, mientras que yo, solo comencé mi huida hacia el jardín, orgulloso de mi.
Había ganado la batalla, nadie se había dado cuenta, todo había salido a la perfección…. hasta me cuide deldetalle de no hacer ningún ruido.
Tan al detalle estuve, que me percaté de que solo había algo que podía llamar la atención… la cadena.
Por eso me fui contento sin tirarla…
El susto del padre
Siempre tuve el presentimiento que algo andaba mal.
No pasaba más de una semana para que su visita al médico se repitiera.
A pesar de preguntarle, o mejor dicho cuestionarle sobre su salud, nunca abrió la bocasobre que le pasaba.
Hasta llegamos a llevarlo a la clínica y a “presionar” al médico personal para que suelte palabra pero fue imposible.
Con la enfermedad más avanzada, su cuerpo fue dando claros signos de que algo realmente no estaba bien.
Una visita de rutina, lo obligo a quedarse internado.
A partir de ese momento, todo fue siguiendo su curso natural.
Lo extraño fue cuando durante varios díasno se despertó. A pesar de tener signos vitales normales, no podían despertarlo.
Solito, y de la misma manera que se durmió, se despertó y fue cuando buscaron más a fondo su problema.
La única solución era una operación de urgencia, con sus riesgos más que evidentes.
Con la aprobación de su familia, ese mismo día y con la maestría de su cirujano, procedieron a realizar dicha operación.
Larga...