Cómo aprenden los adolescentes




ETICA Y SUBJETIVIDAD EN LA FORMACIÓN DOCENTE


Adelina Castañeda Salgado


Resumen

En este trabajo se presenta una reflexión sobre la importancia de considerar elementos que conforman una ‘ética de los mínimos’ como una perspectiva de formación de los profesores en servicio. En la práctica educativa se movilizan criterios éticos asumidos desde subjetividad de quien los aplica,pero construidos social y culturalmente, en el contexto del ejercicio de una profesión que promueve determinados valores sobre el conocimiento, el aprendizaje, la diversidad y la participación ciudadana, entre otros. El eje analítico principal que recorre este trabajo plantea que la reflexión como ejercicio crítico sobre la relación ética en la acción educativa constituye un paso importante paratransformar el sentido de la formación, siempre y cuando propicia la implicación subjetiva, la autorregulación y autonomía profesional de los docentes.

Ética, subjetividad y formación.

La formación de profesores ha funcionado bajo una lógica epistemológica que pone el acento en la selección y organización de contenidos curriculares y en la innovación de métodos, procedimientos y recursosdidácticos. Tanto las instituciones como los maestros operan conforme a racionalidades estratégicas derivadas de esta lógica, por lo que se tiende a colocar como centro de la actualización docente los contenidos disciplinares para ser enseñados como conocimientos acabados, reflejo de la realidad. Con esta pretensión de universalidad, el sistema educativo tiende a subsumir, bajo la fuerza del ethospolítico y científico, la demanda ética de los maestros como profesionales autónomos.

La formación en una perspectiva ética plantea el problema de cómo llevar contenidos formativos que den sustentabilidad, sentido y significado a la vida profesional dentro y fuera del aula. Esto supone someter a análisis contenidos de enseñanza y los objetivos de la institución, frecuentemente definidos al margen delas prácticas educativas de los sujetos. Al mismo tiempo, promover que sean los profesores quienes en su pensar y hacer dentro del espacio pedagógico, puedan trascender las propios saberes y reconstruir un ethos de la formación.

La transformación de las prácticas docentes supone una relación ética diferente, la cual requiere de una reflexión como un ejercicio de crítica que permita identificarcuáles son las áreas de la formación que son transformables y cómo percibe el maestro que durante su proceso de formación ha modificado o no su quehacer y se ha sentido motivado para co-implicarse de otra manera con sus alumnos, colegas, familia, institución y con él mismo, mediante la adquisición de conocimientos y valores que le van permitiendo evitar que una moral pretendidamente homogénea yabsoluta obstaculice un proceso de reflexión dialógica, basada en una ética de los particulares.

Para poder comprender la relación entre ética, formación y subjetividad, nos referirnos a los procesos individuales y colectivas que hacen posible la participación de los sujetos en la creación de condiciones para la emergencia de sentidos compartidos, es decir, para poner en marcha la disposición,voluntad y deseo de formar-se en la relación con el otro. La formación ha de ser comprendida, entonces, en una dimensión de la existencia humana que se despliega en la actividad profesional, como un proyecto ético en el que el sujeto se compromete con su transformación y con la búsqueda de su autonomía y crecimiento humano, estético y profesional.

De este modo, la cualidad de formarse secultiva a partir del conocimiento de sí mismo, de llegar a saber que se es de esta manera y se puede entrar en un proceso que abra la posibilidad de ‘ser mejor o distinto de lo que soy’. Trabajo sobre sí mismo para comprender lo que soy en relación con la verdad que me constituye como sujeto de conocimiento, en las relaciones de poder que me constituyen como sujeto actuando sobre los demás y en las...