Día De Muertos
El significado encierra una especial ternura: agasajar a los muertos con una fiesta de sabor, color y rezo que muestra cómo el amor puede perdurar más allá de la muerte física. Dela manera más simple puede parecer que es una costumbre que repetimos con cierta inercia divertida, pero rascando un poco en sus ajetreos de ollas, masa aderezada, huecos ardientes y mesas donde secongregan los familiares vivos en honor de los familiares muertos, subyace, como debajo de cada tumba, la idea de una permanencia espiritual, una presencia más que fantasmal porque el recuerdo es viday es amor.
Donde mejor se encuentra este significado que honra a quien lo recibe y, quizá más, a quien lo ofrece, no es en las mesas urbanas en las que la sofisticación puede restarle un poco de sumagia simpática, sino en las rurales, donde los oferentes ciertamente piensan más en los homenajeados desaparecidos poniendo sus fotografías entre ramitos de amor seco, y disponiendo aquellos manjares que recuerdan cómo agradaban y a quienes ya no pueden degustarlos como antes: ciertos dulces caseros, cigarrillos, bebidas alcohólicas, frutas... Y flotando sobre las mesas artísticamentepresentadas, las oraciones: ese alimento verdadero para su actual estado completamente espiritual.
Esto es lo más rescatable de la inveterada costumbre que mezclando las herencias española y aborigenha encontrado un noble punto de convergencia: la muerte es universal y en su eternidad es una modalidad de la vida la que, desde este lado, es considerada como superior y no de balde se dice conalguna envidia que puede sonar irónica: pasar a mejor vida.
No podemos sino especular acerca de la calidad de esa vida mejor porque al pensar en la muerte ajena (la única que nos hace pensar) dilatamos las fronteras corporales y sentimos que no todo puede agotarse en ella y como que una exigencia de trascendencia se desprende de esta gana de vivir para siempre.
Supongo que es de todo...
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