De La Union De Hecho
Apenas han trascurrido unos minutos desde que se apagaron las luces, pero el espectador ya cree haber entendido de qué va ¿Y tú cuánto cuestas? Se trata –piensa– de una denuncia de la sociedad de consumo. El uso de esta expresión olvidada hace dos décadas no es accidental. Sorprende que un cineasta que noha cumplido los treinta apele a una retórica de Guerra Fría en la que no se excluyen ni la satanización apocalíptica del mercado, ni la idea conspiracionista de que el sistema, el establishment o como se le quiera llamar, usa ¡publicidad subliminal! Es como si Rubio hubiera sido secuestrado en los setenta y traído de vuelta el año pasado, luego de que los alienígenas, cuya crueldad no tienelímites, lo obligaran a leer a Chomsky en jornadas de veinte horas. Pero ni siquiera esta hipótesis, por atractiva que resulte, puede sostenerse por mucho tiempo. Unos minutos después, cuando ya ha visto unos cuatro millones de logos comerciales y saltó del narcotráfico a la legalización de la droga y de ésta a la venta de órganos humanos, del fin del petróleo al fin del agua potable y del Oriente Medio aNueva York o México, el espectador concluye que estaba equivocado, pues ni el director sigue hablando de la sociedad de consumo ni puede haber sido abducido, porque durante estos años tuvo que haber visto una y otra vez las películas de Michael Moore.
En la entrevista que le hizo Fernanda Solórzano para Proyecto 40, Rubio mostró bastantes reticencias a que se le comparara con el creador deBowling for Columbine y Fahrenheit. Claro que le gusta su cine, a quién no, pero él se sabe bendecido por otras influencias, particularmente la de Oliver Stone. En efecto, algo hay de Stone por ahí: esa música que remite al ritmo metanfetamínico de Natural Born Killers, esos regodeos estéticos con pantallas de tv y elementos tipográficos. Pero la influencia de Moore es abrumadora, lo mismo en losesfuerzos humorísticos que en las entrevistas a pie de banqueta y, sobre todo, en la premisa de que no importa en cuántos lugares comunes o contradicciones incurras siempre que lo hagas a toda velocidad, con una edición frenética, disparando axiomas políticamente correctos y datos espectaculares.
Ahora bien, ni siquiera Stone y Moore bastan para explicarse ¿Y tú cuánto cuestas? Uno desde la ficciónparanoica, el otro desde el cinismo propagandístico, ambos cineastas son veteranos capaces de elaborar una teoría y convertirla en una trama semiverosímil, desconectada del exterior pero construida con alguna lógica interna. A Rubio le faltan dos puntos de cocción para llegar ahí. Su obra no presenta esa lógica porque carece de un hilo conductor, un tema, una teoría, un leit motiv, por mucho que...
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