De sequias y esperanzas

¬De sequías y esperanzas
Año 2009, nuestra provincia perdió gran parte de sus rodeos, la zona denominada semiárido santiagueño fue uno de los sectores más afectados por esta situación. En ese lugarestá Isla Verde, mi paraje, ahí vivo yo.
Mi padre respiraba profundo parado en el centro del patio, el sol como una brasa gigante se perdía entre las ramas resecas de los arboles, todas las tardescasi como un rito él buscaba por horas en el horizonte una nube, o algún presagio de tormenta hasta el anochecer. Luego sin poder disimular su preocupación, se sentaba a compartir unos mates con mimadre.
Yo, junto a mis hermanos a unos pocos metros de ellos, trataba de concentrarme en mis tareas escolares, pero las palabras de mi padre me llevaron llena de angustia hasta esos lugares donde su vidase mezclaba con el dolor, el sufrimiento y sus esperanzas.
Esa noche yo lo oí, y tal cual lo escuché, hoy les voy a contar a ustedes:
“Como quieres que me sienta al ver sufrir tanto a misanimales, esto me angustia mucho, siento una gran tristeza y hay momentos en que no se qué hacer, al ver el campo seco, la represa sin una gota de agua; día tras día lucho para seguir adelante, ayer mepuse a cavar un pozo de más de cinco metros, para poder sacar agua para la majada, que a pesar de mi desesperado esfuerzo por calmar su sed, ellos no tienen como alimentarse, porque en el campo no quedapasto”.
Mientras hablaba sus manos toscas y callosas apretaban fuerte el mate, sus ojos buscaban casi desesperados la mirada comprensiva de mi madre, que en silencio lo escuchaba: “Sentía un nudo enla garganta y mi corazón se estremecía, el sudor corría por mi cuerpo y la sangre hervía en mis venas, pero yo estaba allí, junto al pozo baldeando, bajo los rayos del sol, ardientes y sofocantes,pensando que muchos años de trabajo se irían con esta sequía”.
Mientras mi padre hablaba, me sentía más que nunca la dueña de sus esfuerzos, porque el sacrificio que él hace es para que nosotros...