Del objeto al sentimiento

DEL OBJETO AL SENTIMIENTO:
Tres formas de atesorar el pasado

Aquí no hay objetos lejanos, no hay objetos cercanos, sino objetos desde adentro, envolventes, ambientales, y por lo tanto uno forma parte de ese objeto que se disuelve con el resto de la vida
Fernández Christlieb

He crecido en un medio donde tanto el uso de los objetos como el consumo de los mismos, se remiten al recordatoriode acontecimientos y añoranzas por un pasado efímero: la abuela con su eterno fonógrafo, la tía con el sacacorchos que compro en Ottawa la ultima vez que fue con el marido vivo, la hermana con la pecera, ya sin peces, pero que aun conserva de aquel primer novio adolescente, el abuelo con su nostalgia por una tierra a la que nunca regreso, el tío invalido del corazón que se alimenta de fotografíasviejas, las primas con sus tesoros secretos bajo la cama… y yo misma con todo un arsenal de recuerdos materializados en objetos aparentemente sin función. Mamá dice que guardo a la inutilidad como quien guarda el tesoro de la isla encantada, lo dice sarcásticamente, pero ese sarcasmo, que para ella revela la forma de reprenderme muy subjetivamente, para mi se torno en la posibilidad de reencuentrocon seres que ahora únicamente vivían en ese objeto “sin sentido”. El valor sentimental[1] depositado en ellos crecía mientras me alejaba física y cronológicamente; siempre he tenido una vida de movilidad, de aquí a allá, de allá a mas allá y del mas allá nuevamente aquí, no había permanencia, solo fragmentos de relaciones y acontecimientos que se resignificaban con la mas mínima variedad desentimientos.

Seres y objetos están ligados, y los objetos cobran en esta complicidad una densidad, un valor afectivo, que se ha convenido en llamar su “presencia” (Baudrillard, 1997)

Nunca entendí mi afán de atesoramiento, siempre creí que la parte mas cursi de mí ser no permitía apartarme de las fotografías o de la mantita roja o del suéter roído, era como si el grueso de la mugre fuera elgrueso del cariño[2]. Ahora entiendo que se vuelve necesaria la acumulación y la permanencia para no alejarnos completamente de lo que nos brinda sentido, para no alejarnos lo suficiente del cadente movimiento de nuestros afectos. La importancia de los objetos radica justamente, en que éstos, como diría Baudrillard (1997) personifican las relaciones humanas, configuran el espacio que comparten yposeen un alma, específicamente el alma de una sociedad, porque todo parece indicar que los objetos son densificaciones de los significados construidos, pero también extensiones de los sentimientos y afectos con que se construyen; por ello, los seres humanos y sus objetos están ligados por una complicidad; o una continuidad como escribiría en el 2003, Fernández Christlieb.

Ya no hay incidenciapractica, solo están para significar el tiempo. Cuanto mas viejos sean los objetos tanto mas nos acercan a una era anterior, a la “divinidad”, a la “naturaleza” (Baudrillard, 1997)

En palabras de Radley (1990), el estudio de las pertenencias personales de los individuos, muestra, como seria de esperar, que los objetos se utilizan para establecer un vínculo con el pasado que ayuda a mantener laidentidad, también es un modo de contemplación de relaciones ausentes y un fragmento completo de existencia, ya que es inútil descocer el entramado que se forma en el transcurso de nuestras vidas, mas bien, todo podría perfectamente ser visto como un fractal que se cristaliza por medio de ser el coleccionista de sentimentalismos objétales en la historia de nuestra vida cotidiana.

Gran parte de mitrabajo de tesis esta centrado en conocer las relaciones significativas que guardamos con nuestros objetos y las historias ocultas existentes en cada ser inanimado que compone nuestra esfera afectiva. Es como si quisiéramos explorar el génesis de cada objeto, la pasión y la cursilería[3] que acompañan a la vida. Escoger este tipo de temática me permite reafirmarme como una plena atersoradora de...