Democratizar la productividad

Parecen palabras extraídas de uno de los planes quinquenales de la URSS. Tampoco sorprendería encontrar algo así en el discurso chavista actual o en el cubano de hace unas décadas. ¿Exagero? Juzgueusted mismo, amigo lector: “El objetivo central es elevar y democratizar la productividad, que son condiciones necesarias para lograr el México incluyente que se requiere”.

La cita presentada esparte de lo dicho por el presidente Peña el lunes pasado, durante la instalación del Comité Nacional de la Productividad, órgano consultivo y auxiliar de la Presidencia de la República y de la plantaproductiva mexicana, cuya función es coadyuvar a que México sea más productivo y a que lo que el país genere sea repartido de mejor manera.

Me parece indispensable que busquemos elevar nuestraproductividad: las naciones que rinden poco por cada hora de esfuerzo, por cada unidad de capital invertido, se atascan. De hecho, justo en estos días, la OCDE anunció que, de nueva cuenta, México es el paísde la organización en el que más horas se trabaja pero en el que, simultáneamente, se tienen menores remuneraciones. ¿Por qué ocurre esto? Precisamente porque nuestra productividad es baja. De estamanera, incluso trabajando mucho, generamos poco.

Dicho lo anterior, ¿qué debemos entender por “democratizar la productividad”? Como decía, a mí me suena a parte de un plan de desarrollo de unaeconomía planificada. Asimismo, me parece peligroso vincular el término “democratizar” con el término “productividad” pues, en una economía de mercado, los pagos a los factores, es decir, al capital y altrabajo, se reparten de acuerdo a quien los posee. Esto nos puede gustar o no, pero así es. ¿Qué vamos a hacer a partir de hora? ¿Someteremos a votación cuánto de esos pagos corresponderá a lostrabajadores y cuánto a los dueños del capital? ¿A usted le gustaría, querido lector, que lo que usted va a ganar por su trabajo no sea resultado de su esfuerzo, preparación y capacidad sino de lo que...