didactica
Pasaron más de seisdécadas desde la primera publicación del cuento. La potencia de algunas metáforas, se supone, guarda relación con su capacidad para actualizarse frente a realidades cambiantes. Pero en este caso quizá seaal revés. La insistente capacidad de actualizar viejas metáforas posiblemente sea uno de los mayores misterios argentinos. Como en un dejá vu que se repite al infinito, la casa, pareciera, siempre estáde una u otra manera tomada. La casa violenta de los setenta, la casa en (des)orden de los ochenta, la casa rematada de los noventa, la casa en ruinas de la crisis. Y ahora la casa dividida.
En elcuento de Cortázar, los espacios de la casa se van reduciendo a medida que ésta es "tomada". No sabemos por qué o por quién y tampoco si la toma es real o imaginaria. Sus dueños sencillamente vancerrando puertas a medida que los nuevos ocupantes avanzan de habitación en habitación. No la resisten: se acomodan en espacios cada vez más pequeños, aceptan resignados que no hay mucho que ellos puedanhacer al respecto. Y cuando ya no tienen más espacios hacia los cuales retroceder, abren la puerta y se van. Pero antes, con más tristeza que bronca, tiran la llave a la alcantarilla: "No fuese que aalgún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada".
Es difícil entender el silencio y la naturalidad con que los dueños de casa aceptan el avance de...
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