Diez Mil Años

DIEZ MIL AÑOS





















Israel Hernández


















Inspirado en la Ilíada y parte de la Odisea,
en las enseñanzas del mejor de los maestros,
y recordando palabras de aquellos
que en algún momento me enseñaron .


Para la mujer más hermosa.




Al doceavo día del segundo mes salí del cinturón de Orión, durante mi travesíapodía escuchar a las mecánicas celestiales en su danza. Como rayo de luz viviente navegaba a través de costas siderales. Melodiosas nebulosas y gloriosas constelaciones me abrían el camino a conocer lo que antes sólo podía ver a través de sueños...

Troya



Era un día hermoso, las calles de la ciudad rebosaban de alegría y júbilo. Flores y cintas de color azul adornaban la calzadaprincipal, y las entradas de las casas. La gente en medio de su algarabía, cantaba en honor de los príncipes Héctor y Paris, que llegaban de la lejana Esparta con la noticia: El rey Menelao ha aceptado la paz…
El nombre de los viajeros era repetido incontables veces mientras su carruaje atravesaba la ciudad. Su padre, el rey Príamo, los estaba esperando en la entrada principal del palacio. Ensu mano derecha llevaba la gloriosa , la cual sostenía con el filo en dirección hacia el suelo. Cuando los príncipes se acercaron a las escalinatas del palacio y bajaron del carruaje, el rey levantó la espada en señal de atención. Inmediato a este acto toda la ciudad estaba en silencio...
Aún no recuerdo bien si ese enmudecimiento era por la belleza de los reflejos de la luz del sol sobrela espada, o por la forma en que Príamo la alzo. Lo que no he podido olvidar es que todos los que observaban desde sus casas y aquellos que se encontraban en las calles, estaban sorprendidos por la belleza de los reflejos de la misma. Parecía como si tuviera vida propia porque en el instante en el que el rey caminó hacia el borde de la entrada, de la espada emanaba un sonido que cortaba elsilencio del ambiente.
Los príncipes al llegar al final de la escalinata se inclinaron ante su padre, y éste con una sonrisa abrió sus brazos demostrando su regocijo.
-¡Bienvenidos hijos míos!-. Dijo el rey, y al unísono todos en la cuidad comenzaron a aclamar los nombres de los príncipes…
Héctor se incorporó primero y saludó a su padre, quien lo recibió con un caluroso abrazo. Yluego, el rey hizo lo mismo con Paris.
-Llevo mucho tiempo esperando este momento-, dijo Príamo abrazando a Paris; después, orgullosamente posó su mano derecha sobre el hombro de él y prosiguió:
-Mis dos preciados hijos han llegado por fin de uno de los más grandes viajes que han hecho…, han traído la paz luego de muchos años de conflicto entre Esparta y Troya. Por fin Menelao hoy nosve como hermanos…
El Rey volvió a levantar sus manos, y de nuevo toda la ciudad aguardó por sus palabras:
-¡Troya!-. La voz de Príamo retumbo en cada rincón de la región -. ...-. Todos estallaron en glorias y cánticos, cada rincón de la ciudad se contagió de la alegría del momento. No había lugar en donde no rebosara el júbilo.
Al terminar de pronunciar sus palabras, el reyvolteó hacia Héctor y sonrió. Héctor le correspondió el gesto, y apenas su padre descuidó su mirada, él bajó la cabeza. Me extrañó mucho su actitud >, pensé. Su comportamiento era difícil de entender, pareciera que no estaba a gusto de haber regresado del largo viaje. Aparte de eso, miraba a Paris de una forma extraña… Mis dudas se aclararían cuando horas más tarde, sostendríamos una conversación…Llegó la noche, y con ella la celebración fue apaciguándose lentamente. Las personas fueron despejando las calles poco a poco y cada uno de los troyanos ingresó en sus hogares para descansar. Pero a pesar de ello, se escuchaban en algunas casas las canciones que horas antes, eran entonadas en honor a los príncipes.
Yo me encontraba en lo alto de una de las torres del palacio,...