Dios sabe


El único cálculo que hizo su Santidad Benedicto XVI en su viaje a Tierra Santa fue el de asegurar que su mensaje fuera un llamado a la paz entre israelíes y palestinos y una exhortación a la pazentre todos los pueblos del mundo.
El Papa dijo en su mensaje de despedida que espera que la "rica variedad de religiones" que hay en la región den como "fruto un creciente entendimiento y respeto.Los cristianos, según el Sumo Pontífice, experimentan "la vergüenza" de su "división". Por ello, todos los seguidores de Cristo deben "redoblar" los esfuerzos "para perfeccionar la comunión", que es elconcepto mismo de unidad que promulga la Iglesia.

Las expectativas que había generado el viaje del Papa fueron superadas por su mensaje de paz y reconciliación y, en especial, la contundencia de surechazo a toda manifestación antisemita.

Fueron especialmente emotivas sus palabras en la misa en Nazaret, donde el Papa, cogido de la mano con un rabino y un líder religioso musulmán, dejó elsímbolo de su deseo de profundizar en un diálogo interreligioso plagado de escollos, pero no por culpa de Su Santidad.

Benedicto XVI también dio muestras de su carácter y de su formación humanista. Notuvo reparos en estar en el campo de Aida y condenar el Holocausto, del que dijo "jamás hay que olvidar ni negar".

Fueron nueve días y 25 discursos, intensos, en los que el Papa demostró que estálejos de querer emular a Juan Pablo II, pero cerca de tender puentes de entendimiento y convivencia entre los sectores más radicales de Israel y Palestina. Gaza fue el único territorio que no tuvo lavisita papal, pero eso no impidió que condenara enérgicamente el asedio que sufren no menos de 1,5 millones de palestinos a manos de Israel y no pudo esconder la tristeza que le produjo ver el muro quesepara a ambos territorios.

Una foto completa del viaje del Papa tendría los santos lugares de Jerusalén, el paseo por la explanada de las Mezquitas y su clamor en la Cúpula de la Roca contra...