Discurso de despedida

Cada año al comenzar, nos creamos expectativas, tanto los alumnos como los maestros. Porque, si bien los chicos esperan con nervios saber cómo será la seño de un nuevo año escolar; también lasmaestras estamos atentas (a pesar de que una idea tenemos) sobre cómo será el nuevo grupo. Quién será el charlatán, quién el payaso de la clase, quién el responsable (si tenemos suerte en esta categoríaestarán incluidos muchos), quién (o quiénes) van a ser los que nos hagan salir “canas verdes” porque vamos a tener que perseguirlos hasta el cansancio para que cumplan con sus tareas.
Cada año, con elcorrer de los días, las semanas, vamos conociéndonos, tratando de lograr ser mejores, de entendernos. Los chicos y chicas buscarán la forma de comprender a la maestra y trabajar al ritmo que ellaimponga (que en realidad es el ritmo marcado por los tiempos de los alumnos), también tratarán de encontrar la forma de trabar un poco ese ritmo, con alegatos como: “estamos cansados seño” o “como no vinola seño de tal materia denos una hora libre”, y siempre estará la búsqueda del balance entre el trabajo y el descanso. Las maestras trataremos de que la balanza se incline siempre hacia el lado deltrabajo. Y así entre tires y aflojes los meses comienzan a transcurrir y junto con la tarea cotidiana, comienza a crecer un lazo, que puede ser más o menos intenso, pero que seguro existe entre cadamaestra con cada uno de sus alumnos. Este lazo de afecto, hace que nos importe cada cosa que ocurre en el desarrollo de su persona; así tomamos como un logro personal el éxito de nuestros niños y nosafecta un tropiezo, una rebeldía.
Y finalmente… cada año, indefectible e inexorablemente llega el fin del ciclo lectivo. Y así las docentes, entre las prisas del papeleo de fin de año, los nervios delexamen de ingreso (porque les aseguro chicos que las seños estamos casi tan nerviosas como ustedes con ese tema), los apuros de completar algún tema que quedó inconcluso, la fiesta de despedida y...