Discurso de fin de año. 5to.

No se imaginan lo difícil que es hacer un discurso de despedida. Seguramente los alumnos que ya se han encontrado en mi lugar años anteriores lo han dicho.
Cuesta mucho porque ninguno de losegresados tiene intención de culminar ésta etapa que tan importante para nosotros ha sido y terminar el secundario nos significa dejar un pedacito de lo que somos en las paredes del modelo, en cada rincónpor más solitario que sea, en el baño de mujeres, con las infinitas charlas sobre ropa, chicos y hasta materias, que siempre eran acalladas por los famosos “bajen chicas” de Virginia, en el patio,que ha sido partícipe directo de cada una de nuestras travesuras, en la sala de profesores donde las quejas cada viernes se hacían mayores cuando Marzoratti sacaba a relucir sus repletos sándwichesadelante nuestro y todos lo queríamos comerlo crudo porque a esa hora estábamos muertos de hambre, en el comedor, con sus mesas que sirvieron muchas veces de almohadas y también nos ayudaron a terminaruna tarea media incompleta sobre la tubercolosis que probablemente Duran nos iba a pedir; pero seguramente el lugar dónde más pedacitos de nosotros haya sea nuestra aula; tan chica y tan grande a lavez, nos oyó gritar, cantar, discutir, protestar, y a veces hasta llorar pero que está impregnada de carcajadas y muchos buenos recuerdos.
Pero aunque no queramos dejar atrás el colegio y con élnuestra faceta de adolescentes bochincheros, y aunque estemos cargados de miedos porque lo que va a venir debemos decir adiós a ésta institución que tanto apoyo nos brindó y con ello a los profesores y alos muchos amigos y compañeros que fuimos gestando con el tiempo.
Hoy podemos decir que cerramos con nuestras llaves mágicas una gigantesca puerta que se abrió el día que el colegio nos dio labienvenida en sus instalaciones con dos simples palabras: Buenos días.
A partir de este momento nos abren la jaula dispuestos a que despleguemos nuestras alas por las que tanto han trabajado en estos...