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Estepatrimonio es objeto de depredación. El saqueo de sitios arqueológicos y robos en museos e iglesias, se realizan sin control para satisfacer la creciente demanda nacional e internacional de antigüedadescausando un daño irreparable al patrimonio cultural y a la identidad del país, constituyendo una grave pérdida para la memoria de la humanidad.
“Cuando se destruye o se roban piezas, que producen centrosde información de tipo histórica que generan vínculos de identificación, se pierden y destruye la cultura que forma parte de cada guatemalteco”, afirma Oscar Mora, jefe de la Unidad de Tráfico Ilícitodel Departamento de Patrimonio Cultural.
Esta oficina que se encarga de la recuperación de las piezas extraviadas solo cuenta con dos personas y no tiene una asignación presupuestaria suficientepara su funcionamiento.
Su trabajo está vinculado con la Policía Nacional Civil –PNC-, Ministerio Público –MP- personal de aduanas, División de Protección a la Naturaleza –Diporna- y la OrganizaciónInternacional de Policía Criminal – Interpol sin embargo la colaboración no es suficiente pues se carece de una estrategia conjunta.
Al respecto, Erick Ponciano, director General de Patrimonio Culturaldel Ministerio de Cultura, señala que solo se tiene presupuesto para el pago de salarios y algunos insumos para operar, pero reconoce que sería idóneo contar con más personal, técnicos, abogados,recursos de oficina, vehículo, entre otros.
Guatemala, lugar donde se asienta la Nueva Guatemala de la Asunción, la ciudad más grande de Centroamérica, en donde la industria, la belleza natural y lahistoria se mezclan para conformar este departamento.
La Tradición Urbana
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