don juan tenorio escenca 12
AVELLANEDA: ( A CENTELLAS, por DON JUAN)
Verás aquél, si ellos vienen,
qué buen chasco que se lleva.
CAPITÁN CENTELLAS ( A AVELLANEDA, por DON LUIS)
Pues allí va otro a ocupar
la otra silla: ¡uf!, ¡aquí es ella!
JUAN: ( A DON LUIS)
Esa silla está comprada,
hidalgo.
LUIS:( A DON JUAN)
Lo mismo digo,
hidalgo; para un amigo
tengo yo esotra pagada.
JUAN: Que ésta es mía haré notorio.
LUIS: Y yo también que ésta es mía.
JUAN: Luego, sois don Luis Mejía.
LUIS: Seréis, pues, don Juan Tenorio.
JUAN: Puede ser.
LUIS: Vos lo decís.
JUAN: ¿No os fiáis?
LUIS: No.
JUAN: Yo tampoco.
LUIS: Pues no hagamos más el coco.
JUAN: Yo soy don Juan.
(Quitándose lamáscara.)
LUIS: Yo don Luis. (Íd.)
(Se descubren y se sientan. EL CAPITÁN CENTELLAS, AVELLANEDA, BUTTARELLI y algunos otros se van a ellos y les saludan, abrazan y dan la mano, y hacen otras semejantes muestras de cariño y amistad. DON JUAN Y DON LUIS las aceptan cortésmente.)
CAPITÁN CENTELLAS: ¡Don Juan!
AVELLANEDA: ¡Don Luis!
JUAN: ¡Caballeros!
LUIS: ¡Oh, amigos! ¿Qué dicha es
ésta?AVELLANEDA: Sabíamos vuestra apuesta,
y hemos acudido a veros.
LUIS: Don Juan y yo tal bondad
en mucho os agradecemos.
JUAN: El tiempo no malgastemos,
don Luis. ( A los otros .) Sillas
arrimad.
( A los que están lejos.)
Caballeros, yo supongo
que a ucedes también aquí
les trae la apuesta, y por mí
a antojo tal no me opongo.
LUIS: Ni yo; que aunque nada más
fue el empeño entre losdos,
no ha de decirse ¡por Dios!
que me avergonzó jamás.
JUAN: Ni a mí, que el orbe es testigo
de que hipócrita no soy,
pues por doquiera que voy
va el escándalo conmigo.
LUIS: ¡Eh! Y esos dos ¿no se llegan
a escuchar? Vos.
( Por DON DIEGO y DON GONZALO)
DIEGO: Yo estoy bien.
LUIS: ¿Y Vos?
DON GONZALO: De aquí oigo también.
LUIS: Razón tendrán si se niegan.
( Se sientan todosalrededor de la mesa en que están DON LUIS MEJÍA y DON JUAN TENORIO.)
JUAN: ¿Estamos listos?
LUIS: Estamos
JUAN: Como quien somos cumplimos.
LUIS: Veamos, pues, lo que hicimos.
JUAN: Bebamos antes.
LUIS: Bebamos. (Lo hacen.)
JUAN: La apuesta fue...
LUIS: Porque un día
dije que en España entera
no habría nadie que hiciera
lo que hiciera Luis Mejía.
JUAN: Y siendo contradictorio
alvuestro mi parecer,
yo os dije: Nadie hade hacer
lo que hará don Juan Tenorio.
¿No es así?
LUIS: Sin duda alguna:
y vinimos a apostar
quién de ambos sabría obrar
peor, con mejor fortuna,
en el término de un año;
juntándonos aquí hoy
a probarlo
JUAN: Y aquí estoy.
LUIS: Y yo.
CAPITÁN CENTELLAS: ¡Empeño bien extraño,
por vida mía!
JUAN: Hablad, pues.
LUIS: No, vos debéisempezar.
JUAN: Como gustéis, igual es,
que nunca me hago esperar.
Pues, señor, yo desde aquí,
buscando mayor espacio
para mis hazañas, di
sobre Italia, porque allí
tiene el placer un palacio.
De la guerra y del amor
antigua y clásica tierra,
y en ella el emperador,
con ella y con Francia en guerra,
díjeme: «¿Dónde mejor?
Donde hay soldados hay juego,
hay pendencias yamoríos.»
Di, pues, sobre Italia luego,
buscando a sangre y a fuego
amores y desafíos.
En Roma, a mi apuesta fiel,
fijé, entre hostil y amatorio,
en mi puerta este cartel:
«Aquí está don Juan Tenorio
para quien quiera algo de él.»
De aquellos días la historia
a relataros renuncio:
remítome a la memoria
que dejé allí, y de mi gloria
podéis juzgar por mi anuncio.
Las romanas,caprichosas,
las costumbres, licenciosas,
yo, gallardo y calavera:
¿quién a cuento redujera
mis empresas amorosas?
Salí de Roma, por fin,
como os podéis figurar:
con un disfraz harto ruin,
y a lomos de un mal rocín,
pues me querían ahorcar.
Fui al ejército de España;
mas todos paisanos míos,
soldados y en tierra extraña,
dejé pronto su compaña
tras cinco o seis...
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