Dos Corrientes En Psicoanálisis En Niños

Dos corrientes en psicoanálisis de niños.

Cuando los primeros analistas de niños se encontraron en el consultorio con la experiencia de que un paciente de cuatro o cinco años era incapaz de asociar libremente como lo hace un adulto, se sintieron descorazonados.
Quizá a base de este hecho los primeros analistas pensaron que la solución a los problemas que se presentaban en el consultoriosería analizar a los niños en sus casas.
Vieron que esto complicaba innecesariamente la relación entre paciente y la familia. Además una terapia debía efectuarse en el marco adecuado y era necesario encontrar una técnica que lo hiciera posible.
Fue recién con las obras de Anna Freud Y Melanie Klein que se pudo hablar de una técnica de análisis de niños. Desde el primer momento se plantearondiferencias fundamentales entre las dos direcciones, que involucraban divergencias teóricas sobre conceptos como el de la formación del Yo y del Superyó, el complejo de Edipo y la relación de objeto.
Surgieron así dos escuelas en psicoanálisis de niños.
Anna Freud considera que los niños no tienen capacidad de transferencia, es necesaria una labor previa no analítica cuya finalidad es prepararlospara el trabajo analítico, dándoles conciencia de enfermedad, infundiéndoles confianza en el análisis y creando una transferencia positiva que haga interior a la decisión exterior de analizarse.
Su única preocupación en cada caso es de crear un vinculo suficientemente fuerte y positivo como para la continuación del tratamiento.
“lo invité a describirme sus arrebatos cada vez que se producían,fingiéndome preocupada y apesadumbrada: le pregunté hasta que punto era dueño y señor de sus actos en tales estados y comparaba sus arranques con los de un enfermo mental, al que difícilmente podría prestarle ya socorro alguno. Todo esto lo dejo atónito e intimidado, pues, naturalmente, ser tenido por loco ya pasaba de lo que perseguía su ambición. Entonces trató de dominar por si mismo susarrebatos, comenzó a oponérseles en lugar de provocarlos, como había hecho antes, advirtiendo así su verdadera impotencia y creciendo con ello sus sensaciones de sufrimiento y displacer. Después de algunos intentos infructuosos, el síntoma se convirtió por fin, de acuerdo a mis propósitos, de un buen apreciado en un molesto cuerpo extraño, par cuta supresión el niño recurrió de muy buen grado a miauxilio”. Freud Anna 1951
Anna Freud considera que el pequeño paciente no está dispuesto a cambiar, como lo está el adulto, a reeditar sus vinculaciones amorosas, por qué, por así decirlo aun no ha agotado la vieja edición. Sus primitivos objetos amorosos, los padres, todavía existen en la realidad y no en la fantasía, como en el neurótico experimenta todas las vivencias reales de la satisfacción y eldesengaño. El analista representa un nuevo personaje en esta situación y con toda posibilidad compartirá con los padres el amor o el odio del niño. Pero si este no se siente compelido a colocarlo inmediatamente en lugar de los padres, pues en comparación con estos objetos primitivos no le ofrece todas aquellas ventajas que encuentra el adulto cuando puede truncar sus objetos fantásticos por unapersona real”.
Considera el análisis de niños no es muy apropiado para una transferencia fácilmente interpretable por que a diferencia de lo que acontece en el análisis de adultos: Las finalidades pedagógicas que, se combinan con las analíticas, hacen que el niño sepa muy bien que considera conveniente o inconveniente el analista, que aprueba o que reprueba”
El niño no desarrolla una neurosis detransferencia. A pesar de todos sus impulsos cariñosos y hostiles contra el analista, sigue desplegando sus reacciones anormales donde ya lo ha venido haciendo: en el hogar.
Se comprende que al no realizar las fantasías destructivas del niño en el análisis disolviendo la transferencia negativa por medios no analíticos y forzándolos a vivir un idilio transferencial, los pequeños pacientes...