econo
Sin embargo, pese a limitarse en general al campo de la economía, esta obra me haplanteado numero¬sos problemas, de¬bido a la enorme cantidad de do-cumentos que he tenido que ma¬nejar, a las contro¬versias que suscita el tema tratado —la economía, en sí, es evidente que no existe— y alas incesantes di-ficultades que suscita una historiografía en constante evolución, ya que incorpora necesariamente, aunque con bas¬tante lentitud, de buen o mal grado, las demás ciencias huma¬nas. Aesta historiografía en estado de perpetuo alumbra¬miento, que nunca es la misma de un ario para otro, sólo po¬demos seguirla corriendo y trastornando nuestros trabajos ha¬bituales, adaptán¬donos mejoro peor a exigencias y ruegos siempre distintos. Yo, por mi parte, siento siempre un gran pla¬cer cuando escucho este canto de sirenas. Y los años van pasando. Habré consagrado veinticinco años de mivida a la historia del Mediterráneo, y casi veinte a la Civilización material. Sin duda es mucho, demasiado.
1
La llamada historia económica, que se encuentra to¬davía en proceso de construcción,tropieza con una serie de prejui¬cios: no es la historia noble. La historia noble es el navío que construía Lucien Febvre: no se trataba de Jacob Fugger, sino de Martín Lutero o de Francois...
Regístrate para leer el documento completo.