Ejemplo de una crónica de opinión

Lluvia de mariposas.

Zapopan, jal. Fueron más lejos de lo que se esperaba. Inundaron de sonidos armónicos y voces conocidas el estadio mientras los fanáticos asistentes les correspondían desgañitándose, cantando los coros de las canciones, haciendo una ola de flashes de cámara fotográfica que inundó todo el lugar, como si las estrellas se hubieran posado sobre el mar de gente y fueran movidaspor el oleaje, de arriba abajo, de un lado a otro: Coldplay en concierto.

Con la ansiedad que provoca la espera a un chiquillo que no sabe calmar la desesperación por tener en sus manos ese juguete nuevo que vio en la juguetería antes de navidad, así era esperado el concierto del grupo Inglés Coldplay en la ciudad de Guadalajara. Con mucha anticipación fueron vendidos los boletos para asistir,y en tan sólo dos días se agotaron.

Los meses pasaron y por fin llegó el momento de presenciar a Chris Martin y su banda tocando para los oídos tapatíos. Los alrededores del estadio 3 de Marzo se abarrotaron de vehículos estacionados, por lo que fue preferible dejar el auto en casa de algún conocido que no viviera tan lejos de la zona y, desplazarse en un camión para evitar el tráfico de salidaque se torna un caos por lo regular, en eventos masivos.

La parada-destino fue en Av. Vallarta a su cruce con Av. Patria, y de ahí a caminar hasta el estadio. Eran las 5:57 de la tarde. Nos encontramos acompañados por riachuelos de gente que se unía a la corriente más grande de Av. Patria, nos dábamos prisa para alcanzar un buen lugar dentro del estadio, lo más cerca posible al escenario.Llegamos a la puerta de entrada. Algunos muchachos envueltos en negro nos señalaron nuestro acceso: la puerta 7 para las gradas en la parte oriente. Había ya mucha gente en este sitio, por lo que recurrimos al celular para localizar a los demás del grupo y unirnos a la bola.

Ya acogidos por los nuestros, esperábamos el comienzo del show. Faltaba una hora para que comenzara a tocar la primera banda.El estadio comenzaba a llenarse. Las gradas de los laterales estaban ya a su capacidad, lo que hacía contraste con el área de cancha que apenas estaba a un tercio de lo que se esperaba. Transcurrió así la hora, con el ir y venir de los asistentes, ya fuera al baño, ya fuera a comprar refrescos o pizzas, ya fuera para saludar conocidos que se encontraban en el lugar.

Una de las amigas tuvoantojo de pizza, así que levantó la mano para llamar la atención de la chica que las vendía. Ésta llegó hasta la grada donde nos encontrábamos y comenzó a repartir las pizzas a todo el mundo que aprovechó su arribo. Mi amiga pagó su pizza, y cuando se disponía a comerla se topó con la desagradable sorpresa de que la pizza parecía estar mordida, con las rebanadas puestas una encima de las otras dentrode su caja. Enseguida reclamó su dinero, pero la chica pizzera, alegaba no tener el cambio suficiente para regresárselo. Fue una discusión que nos amargó por un momento. Finalmente el dinero fue regresado y seguimos en espera del inicio del performance.

A las 7 con diez, apareció en escena la banda Le Barón, un grupo de regios que por más que cantaban y tocaban, no lograban levantar el ánimo delos presentes. Su música fue aburrida y monótona. Fue una media hora tediosa, ruidosa que tuvimos que enfrentar con tal de esperar a la banda estrella de la noche. En este caso, la espera valía la pena. Por fin, terminaron su participación, y comenzó en el escenario el cambio de instrumentos y aparatos para la banda que seguía: Bad for lashes.

Venidas de Inglaterra y acompañando a Coldplay ensu gira mundial, Bad for Lashes fue un grupo que nos dejó cautivados. Con una habilidad que se puede considerar como una hermosa forma de expresar emociones por medio de cambios de voces que parecían venidos de distintas partes y el uso de diferentes instrumentos que no son comunes en un escenario. Esta banda, liderada por una mujer, envolvió a todos los oyentes con sus sonidos que parecían una...