El Apagón
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-¿Cuál es la información que queremos que sepa la sociedad esta semana por medio de los medios?, seguía preguntando mientras se fumaba un habanoCohíba, sabiendo que las respuestas de su asesor eran improvisadas. -¿Que sigue habiendo pánico? ¿Seguimos nuevamente con los mismos controles mediante el miedo? ya decía asustado el ministro, pensando en el juego de palabras miedo/medio. -Exactamente, paralizarlos. Según la investigación de un prestigioso sociólogo, “si quieres seguir teniendo el control de las masas, debes actuar con las siguientesacciones que causen miedo y terror a la sociedad, inhibirlos….” -decía con voz tranquila, suave y segura, como si fuera un catedrático. -Pero existen algunas inteligencias que pueden sacarnos del poder, porque ellos también lo quieren. A veces me pregunto para qué queremos el poder. Si ya hicimos mucho dinero. -¿No te das cuenta de que esto es el principio del control de Sudamérica, de que lo quehemos hecho no representa ni el 10% del capital sudamericano?,-contestó el español con el humo saliente de su boca haciendo círculos cuasiperfectos en el aire. -¿Y realmente usted cree que este venezolano nos puede dar una mano para achicar el poderío brasileño sobre la región? Imagínese una única moneda -se sonreía el ministro mirando el reflejo del sol sobre el Río de la Plata. -Sí, pero a mí no megusta el Sucre, prefiero el ¡San Martín! Se reía mientras él miraba por los ventanales del edificio inteligente la Gran Ciudad como si fuera un juego. ¡Christian!, tú serás mi mano derecha -dijo Alejandro, mostrándole un reloj de oro. En la Plaza de Mayo… José iba caminando al caer el sol, mientras las palomas volaban libremente entre la gente, le hacían recordar a Juan Salvador Gaviota y sulibertad, la muchedumbre festejaba la proximidad hacia el Bicentenario. Un grupo que venía caminando desde la celebración del obelisco, llevaba pancartas alegóricas para las próximas elecciones. José estaba solo, se había perdido de su grupo de estudiantes de historia. Él quería fumarse un porro alejado de sus compañeros, temía que lo discriminen, que no lo acepten en el grupo, más bien le
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