“El arte de la pedagogía y la pedagogía en el arte” pedagogia waldorf

Corporación social y educativa WALDORF
“El Arte de la pedagogía y la pedagogía en el arte”
“No hemos de preguntarnos qué necesita saber y conocer el hombre para mantener el orden social establecido, sino qué potencial hay en el hombre y qué puede desarrollarse en él, para que ésta fuerza de las nuevas generaciones aporte y dignifique el orden social establecido” Franz Carlgren

Un japonés sequeda hoy en mi casa. De pronto para muchos, no solo para mi, sería y es inevitable leerlo desde este contexto, TABIEN LO HAGO desde el suyo y desde el aprendizaje de la pedagogía Waldorf, que, poniéndose en mi posición han/, he absorbido desde algunas semanas atrás. Podrían sugerirse observaciones de diferentes calidades. Pero ante todo el sentir que llega a mí es el de vacío, el de todo ynada. Veo su cuerpo pero siento lo que siento y siento pesar. Es por eso que en este foto reportaje no haré alusión grafica a él. Prefiero la experiencia en la que si siento que el espíritu y la consonancia del proceso me llevan, impulsan o motivan a retratar. Aunque al evocar la pedagogía pretenda esperanza.
Y recuerdo. El amanecer trajo la luz. Yo, en Bogotá lo vi como primera imagen, resplandecepor entre las nubes blancas, preparadas para caer. Por su puesto los ojos retroceden; aun así no siento frio, no tengo alergia, la ciudad en ese momento pierde para mí su percepción natural. Todavía puedo pensar que estoy en mi casa, ubicada en una ciudad templada. Al ir recobrando la conciencia sé que es hora de prepararme. Voy camino a Ciudad Bolívar, llamada así porque el héroe tenía una fincade descanso ubicada en sus pastales.
Este es el distrito 19 de 20 que hay en Bogotá. A él pertenecen 252 barrios, que hacen ver a Ciudad Bolívar desde lejos como pesebre. A medida que se sube la montaña, se baja la calidad de vida de los habitantes. Primero, las casas son de ladrillo, después hay esterilla y después malla. Su influencia es histórica, puesto que casi todos los barrios de estedistrito han sido de invasión. De abajo para arriba siempre, buscando un nuevo espacio. El proceso ha sido largo, los recursos han ido subiendo y por supuesto los barrios que se encuentran más abajo son los que actualmente pueden contar con servicios básicos, cosa que no pasa con los demás. Otra vez, se sube por vías pavimentadas, luego de piedra y luego de pasto. En algunos sectores se observanquebradas sin canalizar que “se convierten en focos de enfermedades”, hay un suelo seco, pero algunas personas lo han sabido cultivar. Por las calles abundan los niños, las niñas y los perros. Muchos con pancita por el grado de desnutrición que, como explica Edgar Pérez, trabajador social que labora en el proyecto al cual nos dirigimos, “es básicamente proteica, porque la gente no consume carne, noconsume ningún tipo de proteínas. Carne una vez al mes, (…) la gente consume son papas, arroz y algunos cereales. La gente no está acostumbrada a comer verduras, difícilmente tiene para comprar carne; entonces la proteína que más se encuentra son las menudencias del pollo, que son las patas, la cabeza”.
Para mí fue importante ver cómo un modelo pedagógico que ha sido propuesto como políticageneral en países europeos es pensado y aplicado en este barrio tan marginado, empobrecido, pero hágame el favor: posibilitador, de lo “bueno o malo”, posibilitador.
Ciudad Bolívar tiene por lo menos un séptimo de la población de Bogotá. Más exactamente yo me dirigía la Corporación Educativa y Social Waldorf en Sierra Morena, barrio de esta localidad. Este barrio nació como proyecto de reubicaciónen el contexto de una “situación de abandono, maltrato, desnutrición, des-escolarización, desempleo, marginalidad, consumo de sustancias psico-activas, baja escolaridad y exclusión social e irregularidad jurídica por conductas delincuenciales”; de una comunidad de recicladores que ubicados al lado de una carrilera en el centro de Bogotá se vieron expuestos al desalojo a causa de una querella...