¿El capital humano es fuente de ventajas competitivas?
A lo largo del tiempo las organizaciones empresariales se han dedicado a incentivar e idear maquinas cada vez más sofisticadas, a diseñarlos procesos menos costosos, o a crear los productos más novedosos… ¡y no ha sido suficiente!
Según la autora María Ángeles López Cabarcos, y cabe decir de paso que un servidor está de acuerdo, laposibilidad de triunfar o de fracasar reside nada más y nada menos que en las personas…
Es habitual que las organizaciones fijen como objetivo principal la consecución de beneficios, lo que ha llevado aconsiderar determinados comportamientos como meros instrumentos para la consecución del mismo. Con un planteamiento así se corre el riesgo, y así ha ocurrido, de conculcar los derechos, no solo depersonas, sino de otras organizaciones. Cualquier empresa está obligada a respetar los derechos de sus miembros y no puede atropellarlos aduciendo que su meta es lograr un beneficio económico expresadoen la cifra de resultados. La organización ha de obtener legitimidad social. Para ello, a la vez que produce los bienes o servicios que se esperan de ella, debe respetar los derechos reconocidos por lasociedad en la que vive, así como los valores que esa sociedad comparte.
La obsesión desmesurada por el resultado conduce a las organizaciones a que se centren en cuestiones que poco o nada tienenque ver con las personas, con su componente emotivo o afectivo. Muy al contrario de la creencia generalizada, aquellas organizaciones que se preocupan por el bienestar, la salud y la felicidad de susmiembros obtienen mejores resultados y tienen menos conflictos que aquellas otras que gestionan a las personas en base a la amenaza, el “ordeno y mando” o la presión. La lealtad no se compra, lalealtad, como otros de los muchos valores importantes de la vida, se gana. El valor de una organización que consigue ganarse la lealtad de sus miembros puede ser incalculable… ¡y los estados contables o...
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