El destino de méxico
Páginas: 154 (38292 palabras)
Publicado: 10 de noviembre de 2011
EL DESTINO DE MÉXICO
ISAAC GUZMÁN VALDIVIA
EL DESTINO DE MÉXICO
Lic. Don Isaac Guzmán Valdivia
ISBN 968-18-1886-5
I
LO QUE PUEDE ER UN PUNTO DE PARTIDA
La vida de México ha llegado a tener todas las características del absurdo. Iniciada bajo el amparo de una promesa, es ahora el signo cruel de la desesperanza. Los perfiles de su destino, que en un principio aparecieron diáfanos,inconfundibles, se borraron lamentablemente. Y digo lamentablemente porque la conciencia pública no puede comprender que en los momentos actuales seguimos una línea histórica que no es la nuestra.
A pesar de que las condiciones constitucionales de este pueblo imponían una particularísima concepción del mundo y de la vida, hoy se piensa, se siente y se quiere, en forma opuesta a como deberíamospensar, sentir y querer, según nuestra naturaleza. La existencia tiene para nosotros el sentido de la paradoja. Por ello digo que la vida de México es absurda, porque es lo que nunca debió de haber sido.
Entre la realidad de lo ser y el ideal que individuos y pueblos se forjan como aspiración suprema hay una relación precisa que muchas veces se desconoce. Si el hombre busca siempre larealización de lo que debe ser, este deber ser tiene que concebirse dentro de las posibilidades humanas, posibilidades que son siempre concretas, determinables y distintas como los individuos y los pueblos. Es preciso desear, es imprescindible fijar una meta a la vida; pero el querer llegar a ser algo se conecta con lo que se puede llegar a ser. Pensar de otra manera es convertir los valores en ilusionesfugaces. Los hombres y las colectividades, en la sabia inconsciencia de su potencialidad vital, no se equivocan. La razón, con su docta ignorancia, fue la que quiso uniformar los derroteros del espíritu.
Así es como yo entiendo lo absurdo de la vida de México cuando digo que es lo que nunca debió de haber sido, queriendo indicar con ello la formación artificial de aspiraciones irrealizables,contrarias a nuestra genuina personalidad.
Para mí, el divorcio latente entre lo que positivamente es México y el conjunto de impresiones que forman nuestra actual concepción de la vida y del futuro de nuestra existencia, provocará fatalmente el desastre. Queremos lo que no podemos desear, lo que es sencillamente inasequible para la realidad con que la naturaleza nos dotó. Nos hemos empeñado endeformar toda la fisonomía auténtica de lo que es verdaderamente nuestro. En esto consiste la trágica actitud de México desconociendo su destino. La más cruel de las desesperanzas anida en el alma nacional y en lo más íntimo de la conciencia vive la duda inconfesada de haber errado el camino.
Sin embargo, estamos muy lejos de las rectificaciones. A pesar de que los acontecimientos diarios sonsuficientes para demostrar la única verdad de nuestra historia, que no es otra que la de haber vivido continuamente engañados, la ceguera del pueblo subsiste y perdurará todavía durante mucho tiempo. Parece necedad; pero en cada ocasión en que los hechos abruman por la elocuencia de sus demostraciones, México, no por convicción, sino por un fenómeno de inercia, sostiene con mayor brío los motivos desu desorganización social. ¿Hasta cuándo seguiremos presenciando esta tenaz obcecación? Y aquí me pregunto yo mismo: ¿Cómo advertir los errores cometidos? Individualmente es posible romper toda la atmósfera de prejuicios acumulados durante el transcurso de varios siglos; es factible también que la intuición de un destino histórico vibre con la mayor sonoridad en una conciencia aislada reclamandoun sitio igual en el espíritu de los demás; pero nada es más difícil que traducir esta evidencia intuida y casi imposible es hacerlo cuando afuera hay vacío e incomprensión.
Yo confieso que no pretendo demostrar racionalmente nada. Escribo porque siento que es preciso hacerlo, como aquel que quiere dejar libre un impulso en abierta rebeldía. Bosquejo algunos pensamientos y me anticipo a...
ISAAC GUZMÁN VALDIVIA
EL DESTINO DE MÉXICO
Lic. Don Isaac Guzmán Valdivia
ISBN 968-18-1886-5
I
LO QUE PUEDE ER UN PUNTO DE PARTIDA
La vida de México ha llegado a tener todas las características del absurdo. Iniciada bajo el amparo de una promesa, es ahora el signo cruel de la desesperanza. Los perfiles de su destino, que en un principio aparecieron diáfanos,inconfundibles, se borraron lamentablemente. Y digo lamentablemente porque la conciencia pública no puede comprender que en los momentos actuales seguimos una línea histórica que no es la nuestra.
A pesar de que las condiciones constitucionales de este pueblo imponían una particularísima concepción del mundo y de la vida, hoy se piensa, se siente y se quiere, en forma opuesta a como deberíamospensar, sentir y querer, según nuestra naturaleza. La existencia tiene para nosotros el sentido de la paradoja. Por ello digo que la vida de México es absurda, porque es lo que nunca debió de haber sido.
Entre la realidad de lo ser y el ideal que individuos y pueblos se forjan como aspiración suprema hay una relación precisa que muchas veces se desconoce. Si el hombre busca siempre larealización de lo que debe ser, este deber ser tiene que concebirse dentro de las posibilidades humanas, posibilidades que son siempre concretas, determinables y distintas como los individuos y los pueblos. Es preciso desear, es imprescindible fijar una meta a la vida; pero el querer llegar a ser algo se conecta con lo que se puede llegar a ser. Pensar de otra manera es convertir los valores en ilusionesfugaces. Los hombres y las colectividades, en la sabia inconsciencia de su potencialidad vital, no se equivocan. La razón, con su docta ignorancia, fue la que quiso uniformar los derroteros del espíritu.
Así es como yo entiendo lo absurdo de la vida de México cuando digo que es lo que nunca debió de haber sido, queriendo indicar con ello la formación artificial de aspiraciones irrealizables,contrarias a nuestra genuina personalidad.
Para mí, el divorcio latente entre lo que positivamente es México y el conjunto de impresiones que forman nuestra actual concepción de la vida y del futuro de nuestra existencia, provocará fatalmente el desastre. Queremos lo que no podemos desear, lo que es sencillamente inasequible para la realidad con que la naturaleza nos dotó. Nos hemos empeñado endeformar toda la fisonomía auténtica de lo que es verdaderamente nuestro. En esto consiste la trágica actitud de México desconociendo su destino. La más cruel de las desesperanzas anida en el alma nacional y en lo más íntimo de la conciencia vive la duda inconfesada de haber errado el camino.
Sin embargo, estamos muy lejos de las rectificaciones. A pesar de que los acontecimientos diarios sonsuficientes para demostrar la única verdad de nuestra historia, que no es otra que la de haber vivido continuamente engañados, la ceguera del pueblo subsiste y perdurará todavía durante mucho tiempo. Parece necedad; pero en cada ocasión en que los hechos abruman por la elocuencia de sus demostraciones, México, no por convicción, sino por un fenómeno de inercia, sostiene con mayor brío los motivos desu desorganización social. ¿Hasta cuándo seguiremos presenciando esta tenaz obcecación? Y aquí me pregunto yo mismo: ¿Cómo advertir los errores cometidos? Individualmente es posible romper toda la atmósfera de prejuicios acumulados durante el transcurso de varios siglos; es factible también que la intuición de un destino histórico vibre con la mayor sonoridad en una conciencia aislada reclamandoun sitio igual en el espíritu de los demás; pero nada es más difícil que traducir esta evidencia intuida y casi imposible es hacerlo cuando afuera hay vacío e incomprensión.
Yo confieso que no pretendo demostrar racionalmente nada. Escribo porque siento que es preciso hacerlo, como aquel que quiere dejar libre un impulso en abierta rebeldía. Bosquejo algunos pensamientos y me anticipo a...
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