El diario reflexivo en educación.
EN LAS PRÁCTICAS DE ENFERMERÍA
Manuel Moreno Preciado; Montser rat Ruiz López
A. CONTEXTUALIZACIÓN
La idea de Diario Reflexivo surge a raíz de la implantación del paradigma
naturalista, en el que, según apunta Rául Gonzalo (2006) “se incrementa la utilización de los documentos personales como instrumento para el conocimiento del pensamiento
de los profesores (Van Manen (1975), Grumet (1980), Burgess (1984), citados por
Zabalza (1991) y por Del Villar (1994)”. Estos estudios parten de la premisa, como
refieren Betolaza y Alonso de que “las personas tienen capacidad para reflexionar sobre
sus propias situaciones, así como para modificar éstas a través de sus propios actos”
(2002: 15)
En la carrera de Enfermería se ha ido planteando la necesidad del Diario como
fórmula para construir el conocimiento de enfermería mediante la práctica reflexiva, que
situe al alumno en el centro del proceso de aprendizaje, así autores como Jarvins,
Cameron, Mitchell, Allen, Bowers y Diekelman (Colina y Medina, 1997) proponen el
uso de los diarios como modo de elicitar una enseñanza y aprendizajes reflexivos. En
este sentido algunas universidades españolas lo han incorporado recientemente y están
en fase de experimentación. Cabe destacar el estudio desarrollado por Encarnación
Betolaza e Isabel Alonso (2002) –enfermeras del País Vasco titulado “El diario reflexivo y el autoaprendizaje tutorizado” que concluye apostando por los beneficios de
esta herramienta, a pesar del esfuerzo importante de su puesta en práctica:
La elaboración del diario reflexivo supone un gran esfuerzo para el residente, pero se
confirma la idea inicial de que el diario es un instrumento útil en la formación de las
enfermeras Especialistas en Salud Mental. (Betolaza y Alonso, 2002: 18).
Y animan, en este sentido, a que la experiencia se extienda a las demás
universidades:
Después de esta experiencia, nos gustaría animar a otras Unidades Docentes a la
utilización del diario como instrumento de aprendizaje de los residentes de Salud
Mental. Incluso pensamos que podría hacerse extensiva su utilización a otros episodios de la formación enfermera. (Betolaza y Alonso, 2002: 18).
Partiendo de estas experiencias previas el Departamento de Enfermería de la
UEM valoró la conveniencia de su puesta en marcha y lo incluyó entre sus objetivos. En
el documento “Proyecto de Diario Reflexivo del Alumno” (2003) se sientan las bases
teóricas de esta apuesta metodológica. Se define el Diario como un instrumento de
evaluación formativa, que considera al estudiante como el eje del proceso formativo:
“un informe personal sobre una base regular en torno a temas de interés o preocupación.
Los diarios pueden contener observaciones, sentimientos, reacciones, interpretaciones,
reflexiones, pensamientos, hipótesis y explicaciones. Se trata de un instrumento para el
conocimiento del pensamiento del alumno y para la investigación docente”. El
1
documento subraya que el diario es también un instrumento para la investigación del
propio profesor, citándose, en ese sentido, a Porlan (1991).
El mencionado documento relaciona el Diario con el modelo teórico de la
profesión de enfermería y las ventajas que, en este sentido, puede aportar al desarrollo profesional: 1. El ejercicio personal de la reflexión promueve la profundización en el
por qué de las diferentes respuestas humanas a problemas que en principio pueden
parecer similares; 2. Una profesión basada en la práctica, no es sinónimo de profesión
rutinaria y mecánica. El aprendizaje a partir de la práctica requiere analizar ...
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