EL ESPIRITU SANTO Y EL EVANGELIO
Empleamos el término evangelismo en vez de evangelización con toda intención, pues queremos tratar el asunto de un modo más inclusivo, yendo más allá de la "acción de evangelizar*, para llegar a la propia sistematización que hace posible esa acción. Ya hemos hablado lo suficiente de métodos, estrategias y técnicas, pero todo esto debe ser liderado por elEspíritu Santo. Si examinamos el movimiento de evangelización llevado a cabo en los tiempos del Nuevo Testamento, encontraremos esos recursos materiales, pero también descubriremos, sin mucho esfuerzo, que fueron utilizados por personas que estaban revestidas del Espíritu Santo para la obra de evangelización. Siendo así, debemos comprender los diversos aspectos de esa actuación por parte delEspíritu Santo.Queremos advertir a los lectores que no nos detendremos en una discusión doctrinal acerca del Espíritu Santo. Pero sí deseamos tratar aspectos más prácticos, que puedan concientizar al evangelizador en cuanto a la necesidad de estar dependiendo siempre del Espíritu Santo para hacer la "obra de evangelista" (2 Timoteo 4:5).
2. EL ESPÍRITU SANTO EN EL CREYENTE
Antes que todo, el creyentedebe tener conciencia de la presencia del Espíritu Santo en su vida. El siguiente resumen presenta algunas características de esa presencia:1. El don del Espíritu Santo y' En Hechos 2:1-13 encontramos el relato de la venida del Espíritu Santo, "para que esté con vosotros para siempre", conforme a la promesa. En Hechos 2:37-39 hallamos la pauta de Pedro en cuanto a cómo recibir el don delEspíritu Santo que, según el mismo texto, es "para cuantos el Señor nuestro Dios llame" (Hechos 2:39b). Esta idea se encuentra reforzada por el testimonio de Juan 7:37-39. El creyente, por tanto, necesita entender que, si él es realmente un verdadero creyente, tiene el Espíritu Santo.
2.1. La garantía sellada y uno de los pasajes más significativos en este sentido es Efesios 1:13, 14.
Convienetranscribirlo en su totalidad, para que el lector no deje su lectura para más tarde: "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo que había sido prometido, quien es la garantía de nuestra herencia para la redención de lo adquirido, para la alabanza de su gloria." Note particularmente lasexpresiones "habiendo creído en él", "fuisteis sellados" y "quien es la garantía de nuestra herencia".
2.2. El creyente debe entender que ha sido sellado, cerrado, para Dios.
Esta es la garantía de que es salvo, la garantía de; su herencia eterna.En resumen: el creyente tiene el Espíritu Santo, con el cual ha sido sellado, y que le ha sido dado como garantía de vida eterna. El Espíritu Santoque le fue dado habita en él, y el creyente puede tener conciencia de ese hecho, siendo Pablo quien también nos lo afirma: "El Espíritu Santo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios" (Romanos 8:16). Es la garantía sellada, de la cual tenemos plena conciencia.
3. EL ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA DEL EVANGELIZADOR
Ya hemos visto, de modo general, la condición bajo lacual el Espíritu Santo se relaciona con todos los creyentes. Ahora queremos concentrarnos en la actividad específica del Espíritu Santo en el creyente como evangelizador, o en la actividad evangelística.1. El poder del Espíritu Santo En Hechos 1:8 encontramos la gran promesa: "Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en todaJudea, en Samaria y hasta lo último de la tierra."
3.1. Testificar de Cristo, evangelizar, hacer discípulos, son actividades, especiales que "exigen un poder especial.
Sólo el Espíritu Santo puede proporcionar ese poder, y si el creyente recibió el Espíritu Santo, ya tiene ese poder. Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros" —es el Espíritu Santo que ya vino al...
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