el exito

"¿Crees que seré exitoso?", me preguntó mi hijo -entonces de 14 años- en esos instantes en que la penumbra y el cariño del "buenas noches" hacen que el mundo se aquiete y el espíritu se deje oír.Quizás eso mismo les preguntó alguna vez a sus padres Haruko Obokata, la científica japonesa acusada de manipular los resultados de un bullado estudio sobre células madre. Si alguna vez lo hizo,construir la respuesta debe haber sido mucho más difícil para esa mamá que para esta. Miembros de una sociedad que parece tenerlo todo hecho, descubierto o inventado, en la que la vara de la eficiencia yla exigencia está tan alta, que apenas es visible para nosotros. Difícil navegar en ese océano. Uno que hoy le cobra a la joven Haruko -a sus 30 años, investigadora de un prestigioso centro científiconipón- su necesidad de fama, la que duró apenas unos pocos meses tras la publicación de su estudio, el que fue tildado de fraude.

No es fácil educar a nuestros hijos en estos tiempos en que lapalabra "éxito" parece ser la llave de todo, y su ausencia, la muerte en vida. Tiene tan buen márketing, que incluso compite codo a codo con "felicidad". Lo raro es que nunca se la ve acompañada de"fracaso", vocablo que insufla a "éxito" su fuerza de vida.

Esa noche, la oscuridad me ayudó a esconder mi expresión ante la pregunta. Me sentí, como tantas veces durante la crianza, en medio del océanoa bordo de un pequeño bote a remos (ni zódiac, ni catamarán, ni lancha...), compitiendo con un enorme crucero equipado con piscinas, toboganes, cines, bar abierto y comida a destajo. Y yo, con mis 50kilos y brazos de alambre, dale que dale con los remos, intentando que su gigantesca estela no me succionara como una aspiradora gigante.

No es fácil mostrarle a un adolescente que el verdaderoéxito, el que perdura a pesar de los vaivenes de la vida, viene de su interior, y no de los cientos de "likes" que pueden tener sus fotos en Facebook, ni de que el sexo opuesto lo bautice de "popu" y...