El honor de un espartano

Angel no siente miedo, solo inquietud, una percepción mejorada de las cosas, el suelo de roca bajo sus pies la brisa salada del mar, el ronquido y la pesada respiración de los trescientos muchachosque están a sus órdenes.
Inquieto y ansioso por combatir… su vida no ha sido más que un camino recto hacia este brillante momento del destino… este choque radiante entre el escudo y la lanza, entre laespada, la carne, la sangre y el hueso.

Aunque sabe que sus trescientos valientes morirán… todos y cada uno de ellos listos para morir por su rey sin pensarlo… solo siente tener tan pocos hombresque sacrificar.

Por el honor marchamos.

Por la gloria marchamos.

Por Esparta marchamos.

La bestia se acerca paciente, confiada, saboreando su presa, pero esta bestia esta hecha de hombresy caballos, de lanzas y espadas, un inmenso ejercito que la tierra tiembla cuando esta en movimiento dispuesto a devorar a la pequeña Grecia, a borrar a la única esperanza de razón y justicia quequeda en el mundo.

Angel maquina su estrategia…bloquearemos el avance persa por la costa con una gran muralla de piedra obligándolos a cruzar el estrecho paso montañoso de las Termopilas, allí susuperioridad numérica no servirá de nada. Como un mar furioso que se lanza ola tras ola contra un acantilado, se quebraran con cada avance, perderán tantos hombres que su ejercito perderá la moral y severán obligados a abandonar esta campaña.

No hay lugar para la ternura, no en esparta, no hay lugar para el miedo o la debilidad. Solo los fuertes y duros pueden llamarse espartanos… Con los corazonesunidos en silencio, cargamos. Hombro con hombro, escudo con escudo, con los ojos fijos en los de nuestros odiados enemigos saboreando su insipiente terror… golpeamos. Unidos… fundidos en una solacriatura, indivisibles, impenetrables, imparables… empujamos.

Caen sobre nosotros las cien naciones del imperio… gruñendo rugiendo como bestias salvajes, como bárbaros ululantes, como esclavos...