El Niño Quemado
Un día, esta maestra recibió una llamada de rutina pidiéndole que visitara a un niño en particular. Tomó el nombre del niño, el del hospital y el númerode la habitación, y la maestra del otro lado de la línea le dijo:
-Ahora estamos estudiando sustantivos y adverbios en clase. Le agradecería si lo ayudara con sus deberes, así no se atrasarespecto de los demás.
Hasta que la maestra no llegó a la habitación del niño no se dio cuenta de que se hallaba ubicada en la unidad de quemados del hospital. Nadie la había preparado para lo que estabaa punto de descubrir del otro lado de la puerta.
Antes de que le permitieran entrar, tuvo que ponerse un delantal y una gorra esterilizada por la posibilidad de infección. Le dijeron que no tocara elniño ni la cama. Podía mantenerse cerca pero debía hablar a través de la máscara que estaba obligada a usar.
Cuando por fin terminó de lavarse y se vistió con las ropas prescriptas, respiró hondoy entró en la habitación. El chiquito, horriblemente quemado, sufría mucho. La maestra se sintió incómoda y no sabía qué decir, pero había llegado demasiado lejos como para darse la vuelta e irse.Por fin pudo tartamudear:
-Soy la maestra del hospital y tu maestra me mandó para que te ayudara con los sustantivos y los adverbios.
Después, le pareció que no fue una de sus mejores sesiones.A la mañana siguiente, cuando volvió, una de las enfermeras de la unidad de quemados le preguntó:
-¿Qué le hizo a ese chico?
Antes de que pudiera terminar una lista de disculpas, la enfermerala interrumpió diciendo:
-No me entiende. Estábamos muy preocupados por él, pero desde que vino usted ayer toda su actitud cambió. Está luchando y ahora responde al tratamiento...
Es como si...
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