El oficio del historiador

El oficio del historiador: la microhistoria y la historia social.

En la actualidad, al igual que en etapas anteriores, los estudiosos de la historia han tratado de encontrarle un sentido a los hechos que acontecieron antes de su época. Para ello, en cada momento de la historia, en cada lugar en el que vivían, interpretaron estos acontecimientos según el pensamiento de la sociedad en la quevivían.
En la presentación del ensayo cité a Collingwood, un autor británico del que voy a volver a recupera una idea que me parece muy acertada sobre los historiadores:
“San Agustín vio la historia desde el punto de vista de un cristiano primitivo; Tillamont, desde el de un francés del siglo XVII; Gibbon, desde el de un inglés del XVIII; Mommsen desde el del alemán del siglo XIX; a nada conducepreguntarse cuál era el punto de vista adecuado. Cada uno de ellos era el único posible para quién lo adoptó”.
Es esta idea la que nos permite entender por qué los historiadores, sobre todo a partir del S.XX, se han adscrito a diferentes corrientes historiográficas y, por tanto, sus trabajos han sido como han sido.
En concreto me quiero centrar en aquellos que, como Carlo Ginzburg o Natalie Z.Davis se dedicaron al estudio de las personas que vivían en la época que estudiaron. No fueron reyes, príncipes o papas. Tampoco grandes nobles o militares destacados de la guerra. No, estos autores centraron su atención en todos los demás. En todos aquellos que vivían ajenos a las grandes batallas, conquistas y descubrimientos, aquellos que vivían en sus granjas, en sus aldeas o pueblos, inclusoen ciudades, pero ninguno se inmiscuyó nunca en los acontecimientos de su tiempo ni pasaron a la historia por alguna razón militar o intelectual.
Algunos si pasaron a la historia, pero de forma tímida, desapercibida a los ojos de cualquiera que no buscase más a fondo en los documentos que recogen los archivos de las iglesias de los pueblos, grandes fuentes de conocimiento de las épocas. Y no solode cuantos habitantes había en una aldea, cuantas defunciones y nacimientos. También se encuentran testimonios de lo que pensaban, como lo hacían, lo que creían, sus miedos, sus sentimientos… Y es esto lo que nos permite, en gran medida, recrear una época, aunque sea en un territorio pequeño.
Para poder hacer un trabajo sobre la microhistoria, lo primero hace falta es ir a un lugar, normalmentelos registros de la parroquia de un pueblo, aunque estos documentos pueden haber sido movidos a otro lugar, y buscar casos concretos. Para ello son muy útiles los documentos judiciales o procesos inquisitoriales, en los que se encuentran datos sobre los interrogatorios, con fechas, preguntas del tribunal, mención de pruebas y testigos… Puesto que los procesos suelen durar varios días y enocasiones, como el famoso caso de Martín Guerre, hay varios procesos, el historiador debe ir deshaciendo el camino, desmenuzando toda la información para poder volverla a unir de forma que tenga sentido.
Además, como se ha mencionado anteriormente, estos documentos recogen pequeños detalles que para el autor serían de lo más común, pero que a los historiadores les abre las puertas a intentar comprenderlas inquietudes de ese tiempo.

El otro punto a tratar es la función del historiador en nuestros días, sobre todo en el ámbito social.
La idea de Collingwood citada al principio del texto también nos sirve para explicar la labor social que tiene el historiador en la actualidad. El historiador es un científico, ya que la historia tiene un método por el que es estudiada. Por tanto, comocualquier otro científico, debe hacer dos cosas: por un lado, valerse de la ayuda de otras áreas de conocimiento para poder ampliar la suya y, acto que permite ampliar a su vez el conocimiento de las mismas que le prestan esa ayuda, y por otro difundir los resultados de la investigación.
Para ello deben valerse de diversas formas, como son las revistas de divulgación científica o la labor que hacen...