el papa de simon
Cuando es preguntado por primera vez por sus compañeros como se llama,él responde tímidamente que su nombre es Simón. ¿Simón qué? insisten los pilluelos. ¡Simón! ¡me llamo Simón!... Las burlas de los chicos no se hacen esperar y le arrojan a la caraque no tiene apellido porque no tiene padre…
¿Padre? Al principio queda estupefacto, pero es cierto. No tiene padre pero no puede permitir tales burlas y se enfrenta valientementea sus compañeros que huyen ante su vigor físico.
Triste, confuso y con lágrimas en los ojos se aleja hacia los campos, habiendo tomado una determinación. Quiere ahogarse porque encierta ocasión cuando sacaron el cadáver de un mendigo ahogado en el río alguien dijo: “Ahora es feliz”. Quería liberarse de esa tremenda y pesada carga que es la falta de unpadre que se fraguaba en la ingenua mente infantil como algo monstruoso y reprobable.
Ya en la orilla del río y sofocado por los sollozos, alguien se dirige a él para preguntarle quele ocurre. Se trata del herrero del pueblo, un mocetón soltero y sensible que por allí pasaba. El niño le cuenta sus pesares y el herrero le dice que de ahora en adelante cuandole pregunten diga que su padre es él y que si alguien vuelve a burlarse tendrá que vérselas con el enorme hombretón.
Henchido de felicidad y orgullo, Simón regresa a la escuelapara informar a todos que su padre es el herrero del pueblo. Los demás niños quedan atónitos y atemorizados pues de todos es conocida la fortaleza y hombría de ese joven.
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