El peso del duelo



TITULO: El peso del duelo
AUTORA: Andrea Casassa
Introducción
Las heridas que no pueden cicatrizar, acompañan al sujeto, siempre. Dependerá de cada quién la forma de tramitarlo según los recursos simbólicos con los que cuente. Puede suceder que el sujeto no disponga de dichos recursos en el momento de alguna pérdida importante, por lo que el duelo se verá interrumpido, imposibilitado,produciéndose diversas formaciones: adicciones, fenómenos inhibitorios, alimentarios o alucinatorios. Ello sería una respuesta a la imposibilidad de representar la pérdida en la cadena significante.
Infancia interrumpida
Marina tiene 21 años, padece una importante obesidad y es derivada por su médico nutricionista porque cada vez que desciende algunos kilos en breve vuelve a subirlos. En nuestroprimer encuentro se explaya en cuestiones referidas al excesivo sobrepeso que está afectando su salud general. Dice que come muchas veces sin ganas, hasta cosas que no le gustan demasiado; no puede detenerse y eso la hace sufrir. Luego de cierto número de entrevistas relata que a los cinco años fallece su padre por lo que su madre debió salir a trabajar dejándola al cuidado de su abuela,con la indicación de ser obediente y comportarse bien. Su tío de 17 años abusaba sexualmente de ella (continuó haciéndolo por varios años) en connivencia con dicha abuela. Tiene recuerdos angustiantes, de mucho dolor físico y de la voz de la abuela avisando a su hijo violador que no había “moros en la costa”. Esto era seguido de amenazas de represalias contra su madre en caso de revelarlo. Luego dela menarca comenzó a subir de peso. Consultó con varios nutricionistas, pero rápidamente volvía a engordar; probablemente en un intento por resguardar sus formas femeninas de la mirada deseante de los hombres. Ante la angustia que le provocaba la pérdida y la reganancia de peso, el nutricionista le sugiere realizar una consulta psicológica.
Lo traumático en tanto que no hay posibilidad de unregistro simbólico, que lo ancle, abre la posibilidad de que se ubique en el cuerpo en la medida en que aquel no encuentra un cauce que lo ligue a la palabra.
A pesar de que le resultaba difícil relacionarse con el sexo opuesto se casa a los 20 años con quien había sido su mejor compañero del colegio, un muchacho cuyo rasgo más resaltado por ella era la bondad y la capacidad de cuidarla.
Marinacontó en la primera entrevista que frecuentemente comía sin ganas, sin placer, subordinada al imperativo superyoico de comer en exceso, como obligada a un sacrificio que la dejaba en un lugar de goce oral, melancolizado. Será necesario el reconocimiento de la o las pérdidas y la inscripción de la falta, para que el duelo siga su curso y pueda relanzar su deseo sobre otros objetos, como haceruna carrera terciaria, meta que le resultaba inaccesible ya que no podía concentrarse cuando estaba sola y trataba de estudiar.
No menciona a su padre. Cuando pregunto, refiere que era bueno con ella, que trabajaba todo el día y lo veía poco, ya que cuando llegaba a la casa ella estaba durmiendo. Casi no hay recuerdos, alguna salida a la calesita, “todo muy lejano”. ¿Cómo transitar el duelo porel padre cuando sumado a ese dolor era violada por su tío y debía ocultarlo para no perder a su madre? ¿Cómo inscribir la pérdida? No sólo no era respetado su cuerpo infantil sino que tampoco el duelo por su padre fallecido.
El dolor físico padecido en la infancia se resignificó en la adolescencia adquiriendo significación sexual; el temprano matrimonio le aseguró ser cuidada al precio derenunciar a la satisfacción sexual. ¿Con qué recursos contaría esta muchacha para, en su segundo despertar sexual, realizar un duelo por el cuerpo perdido de la infancia si en su caso había sido tan maltratado?
Lo pisado pasado
La labor con esta paciente fue en primera instancia establecer una interlocución que la ayudara a poner palabras a tanto dolor: su llanto ahogado ocupaba la mayor parte de...