El placer de escribir

Literatura El placer de escribir Ezequiel A. García
Leer unbuen libro es siempre un placer, pero escribir uno es un placer mayor, por lo tanto les contaré mi experiencia y una larga travesía que ha durado más de dos meses, la aventura de la que les contaré es sobre un libro. No es cualquier libro, es uno muy especial para mí, pues es el primero libro que escribo. Una novela que sedesarrolla en una Rusia moderna, la cual es atacada por un viejo enemigo con armas de destrucción masiva, hay mucha acción, combates terrestres y aéreos, personajes y descripciones detalladas. Información verídica y lugares reales, aunque como todas las novelas, está diseñada para deleitar al público, por lo tanto también hay datos ficticios.La narración gira en torno hay varios personajes: Teniente General Nikolay Nóvik, un hombre sabio. Mayor Alexey Ivanov, el segundo al mando y un soldado muy capaz. Capitán Vladimir Rerkev, taciturno y observador. Teniente Sergei Ivanov, muy joven e inteligente. Príncipe IvánRománov, último Romanov barón. Alyne Románova, hija del príncipe, hermosa e inteligente. Andrey Vólkov, presidente de Rusia. Todos ellos tienen una personalidad propia, y mi personaje favorito es Alyne, porque ella sería la mujer ideal según mis gustos, es particularmente hermosa y su personalidad esinevitablemente parecida a la mía. Pero no sirve mucho el hablar del libro si no lo pueden leer, por lo tanto dejaré un capítulo para que sea juzgado.
10. Oscuridad
Despertó. Estaba atado en una silla, en un cuarto oscuro. Trató de ver a su alrededor y encontrar la puerta, pero estaba muy oscuro y necesitaría algo filoso para cortar las cuerdas que loataban, además no encontró puerta alguna.
Cerró los ojos e intentó recordar lo que había pasado, no sabía por qué estaba ahí, no recordaba nada. Supo que había estado mucho tiempo inconsciente, tenía la boca seca y mucha hambre. Cerró los ojos y volvió al sueño. Despertó por un ruido fuerte, estaban abriendo la puerta. Las bisagras rechinaron, se escuchó un chirrido y un golpe oxidado al cerrarse lapuerta. Unos pasos lentos y un haz de luz lo llenaron de temor, pero controló su respiración agitada y los latidos de su corazón se normalizaron. — ¿Dónde está tu hija? — Una voz grave provenía de algún lugar del cuarto.— Debe estar muerta. — Contestó el hombre atado. Sintió un fuerte golpe en su cara, del lado derecho y su piel comenzó a arder. Notó un líquido con sabor a hierro en su boca y escupió.— ¿Dónde está tu hija? — Se volvió a escuchar aquella voz, estaba más cerca. — Debe estar muerta. — Volvió a sentir un golpe justo al terminar de hablar. Escupió de nuevo sangre y parpadeó rápidamente. Sus pupilas se habían acostumbrado a la oscuridad y consiguió...