El Quijote Cap. I-V

Control de Lectura de El Quijote / capítulos I-V.

La historia que comienza a contar Miguel de Cervantes Saavedra en los primeros capítulos de El Quijote se inaugura con el nombre de un lugar específico y al mismo tiempo, de un lugar con difusa ubicación. No obstante, aunque “en un lugar de La Mancha” no nos alcanza para ubicarnos precisamente en el escenario inicial de nuestra gran novela, síempieza por mostrar vestigios de algunos elementos que caracterizarán la obra de principio a fin: lo absurdo, lo ridículo y lo gracioso. A diferencia del resto de historias de la tradición caballeresca que comienzan en lugares sumamente conocidos por su fama y su reputación de altas probabilidades de encontrar aventuras o como nido de grandes y épicas historias, Cervantes nos instala en un lugarinsignificante, desconocido y ajeno a dicha tradición precisamente para resaltar el hecho de la gran diferencia que está dispuesto a marcar en su novela. Por otra parte, la descripción graciosísima de nuestro hidalgo y futuro caballero andante ya nos anticipa, al menos en parte, de su poco común personalidad y de su temperamento extrovertido. Se nos advierte que el tal hidalgo no es una persona muydada a los asuntos de su hacienda o heredad, probablemente debido a su senil condición y a su gusto desmedido por la lectura, especialmente la lectura de historias de caballerías a las que se entregaba apasionadamente de día y de noche; tanta es la desmesura de su gusto por tales historias que termina perdiendo la razón y se deschaveta al punto de encontrar en su mente un único pensamiento:armarse caballero y salir a buscar aventuras, tal y como lo hicieron los personajes de sus adorados libros. Nuestro hombre se enfrasca profundamente en el vuelo de su imaginación llegando a confundir o a perder la línea entre lo verdadero y lo ficticio, eso se puede ver cuando se nos dice que equipara y compara al Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, con personajes míticos como el Caballero de la ArdienteEspada.
Resuelto, pues, en dar por hecho las ideas de su cerebro “seco” se levanta y limpia las armas de sus bisabuelos, probablemente de finales del siglo XV y comienzos del XVI, para darse cuenta que no están completas o en el estado que desearía tener de ellas. Acto seguido, se da a la tarea de complementar las piezas faltantes usando nada más y nada menos que cartón en medidas poco proporcionadasal tamaño natural de las partes en cuestión, las pone a prueba de resistencia y las “perfecciona” hasta quedar enteramente satisfecho. Sin embargo, como todo un caballero pensó en que su caballo o, más bien, su rocín debía poseer un nombre que le identificase para ser recordado juntamente con él en la posteridad. Se ve un nominalismo en todos y cada uno de los nombres que inventa para sí mismo,para su rocín e incluso, para su doncella. Dicho artificio nos habla un poco más de los personajes que Cervantes va perfilando para dar forma y consistencia a la historia. El hidalgo de nuestra novela se nombra a sí mismo como Don Quijote de La Mancha exhibiendo burlescamente las razones de los elementos que construyen su singularidad. Desde el título, el apodo y el lugar de origen se observa lapeculiaridad y la sorna con que nace este nuevo caballero, mayor, dice él, que cualquier caballero que haya existido antes.
Habiendo dado prisa a tal resolución, encontrándose armada, con rocín y con una doncella a la cual demostrar su profunda devoción, Don Quijote sale en búsqueda de aventuras, expectante y, sin embargo, con una astilla en el gozo que sentía de ver casi su locura realizada;aquello era que aún nadie le había armado caballero según la costumbre que marcaba la tradición. No pasa mucho tiempo cuando, andando en el camino, divisa una venta en la que cree ver, según su ya volátil imaginación y su razón de la realidad algo degradada, un castillo. Basta decir que a tal grado había llegado su razonamiento de la realidad, que al hablar y expresarse corporalmente imita en todo a...