El talento del Historiador frente al documento: una visión desde la perspectiva de Marrou

El talento del Historiador frente al documento: una visión desde la perspectiva de Marrou

«Los documentos era [para el fetichismo decimonónico], en el tempo de los hechos, el Arca de la Alianza» Edward H. Carr, ¿Qué es la Historia? (p. 21)

Para los historiados del siglo XIX los acontecimientos de la historia demostraban por sí mismos “la existencia del hecho supremo de un progreso benéfico,y al parecer infinito, hacia algo de orden más elevado” (Carr: 2010, p. 27). Los documentos eran el objeto de estudio de la historia para aquellos historiadores. De ahí la frase de Edward H. Carr que encabeza este ensayo. El historiador simplemente se dedica a acomodar los documentos sin interpretarlos. De esta forma los documentos eran vistos por estos historiadores como composiciones objetivas.Consideraban que los hechos históricos eran independientes a la interpretación. El valor de la interpretación se juzgaba por el grado en que daba cuenta de los hechos: «si los hechos la contradicen, se ha de abandonar» (Novick: 1997, p. 12).
Es por ello que el marco propuesto en dicho espacio institucional me propongo en este breve ensayo analizar la labor ingeniosa del historiador frente aldocumente tomando como base las ideas de Henri-Irénée Marrou. Para ello propondré como hipótesis de trabajo que la observación-reflexión sobre los documentos a la que recurre un investigador para fundamentar un problema de investigación, no se reduce a una operación estrictamente mecánica, sino que en dicho proceso intervienen otras cuestiones que no fueron tenidas en cuenta en muchas escuelashistoriográficas constituidas, a decir de Edward H. Carr, bajo el “fetichismo decimonónico”. Si bien los documentos son la materia prima del trabajo historiográfico, porque son ellos los que dan cuenta de los hechos del pasado, sirven al investigador en la medida en que este pueda comprender su auténtico contenido y descubrir en estos pistas sobre el pasado que intenta reconstruir. Por ello, aunque separta de un mismo lugar (de un mismo documento), varios investigadores pueden arribar a conclusión diferente: esto depende de su talento, su ingeniosidad y su agudeza para trabajar con los documentos.
Lo que queremos plantear es que, sin decir que los documentos resultan infinitos, sino que por el contrario la cantidad de documentos a la que accede el investigador es limitada y minúsculas enrelación a la cantidad que se produce, tanto en su búsqueda como en su análisis, existe una bastedad de datos que el investigador, o mejor dicho, su agudeza, talento o ingeniosidad deben descubrir. El presente ensayo tendrá por objeto en un primer momento analizar la disponibilidad de documentos con los que cuenta un investigador y la relación entre este número y la trascendencia de una investigación.Para en un segundo momento analizar la importancia del aporte que debe realizar el investigador en el examen de los documentos que consigue para lograr dar respuesta a los cuestiones que se plantea.
Para empezar definiremos que es lo que entendemos por documento histórico. Para ellos utilizaremos una definición de Henri-Irénée Marrou que lo concibe de una manera flexible. Se trata de todo signoo indicio que puede, de alguna manera, revelar al historiador alguna cosa que le permita conocer el pasado humano. De esta forma la comprensión histórica aparece como la interpretación de signos tales como las estelas, los pergaminos, los texto oficiales o de indicios entendidos como por ejemplo las cenizas de un hogar, los restos funerarios, por medio de los cuales el historiador consigue captaralgo del pasado (Marrou: 1999, p. 68). A los efectos de este ensayo conviene rescatar una definición hecha por Henri-Irénée Marrou que nos servirá de guía:

[…] [documento] es toda fuente de información de la que la ingeniosidad del historiador sabe extraer algo para el conocimiento del pasado humano, considerando desde el ángulo de la pregunta que se ha planteado (Marrou: 1999, p. 62)....