Ensayo

PRÓLOGO Paco Underhill
Fue una noche de septiembre a paso ligero. No estaba preparado para el clima de ese día, sólo llevaba un jersey de cachemira color canela
debajo de mi chaqueta deportiva. Yo todavía estaba frío de la caminata desde el hotel hasta el muelle como me embarqué en el atestado
crucero en el que yo iba a cumplir con Martin Lindstrom, por primera vez. Él había hablado ese día aun alimento
los servicios de conferencias organizado por el Instituto Gottlieb Duttweiler, el venerable grupo de expertos suizos, y David Bosshart, el
organizador de la conferencia, estaba ansioso de que nos encontremos. Yo nunca había oído hablar de Martin antes. Nos movimos en diferentes círculos.
Sin embargo, yo había visto BRANDchild, el último libro de Martin, en la librería del aeropuertoJFK antes de volar a Zurich.
Cualquiera que vea Martin de seis metros de distancia podría confundirlo con catorce años de edad, hijo de alguien, que se
arrastrado a regañadientes a una reunión tras otra con sobrepeso socios canas de su padre. El segundo
impresión es que de algún modo a esta criatura rubia ligera ha entrado en el centro de atención-que esperar a que la luz se desvanecen,
perono es así. Al igual que una pintura prerrafaelista hay un resplandor que emana de Martin como si estuviera destinado a ser el
etapa. No, no como un ídolo, sino como un niño abandonado a Dios. El hombre irradia la virtud. De cerca, que es aún más sorprendente.
Nunca he conocido a nadie con unos ojos tan sabios situado en un rostro juvenil. El toque de color gris y los dientes ligeramente torcidosdarle una firma visual único. Si él no fuera un negocio y gurú de la marca, es posible que le pida un autógrafo
imagen o le ofrecen un suéter.
No creo que se intercambiaron más de diez palabras de la noche hace siete años.Pero fue el comienzo de un personal y
amistad profesional que se ha extendido por los cinco continentes. Desde Sydney a Copenhague, desde Tokio hasta Nueva
York, queconspiran para hacer que nuestros caminos se cruzan. La risa, la discusión mutua del consejo-que ha sido un placer único.
Martin pasa 300 noches al año en la carretera. Yo no lo tiene tan mal, pero después de cierto punto de dejar de
contar las almohadas extraño y descarta cupones de vuelo y sólo entrar en la camaradería de los guerreros de la carretera.
Martin observa, escucha, y los procesos. Labiografía en su sitio web dice que comenzó su carrera publicitaria a los doce años.
Me parece que menos interesante que el hecho de que en aproximadamente la misma edad que sus padres lo sacaron de la escuela, se subieron a un
barco de vela y dio la vuelta al mundo. Yo sé que a los doce años yo no podría haber vivido en un barco de diez metros por dos años
con mis padres. Martin dice que todavíase marearon y decide vivir en Sydney, que es lo más lejos de su
Dinamarca natal como usted puede conseguir.
En el mundo del discurso aprendido lo que es divertido es encontrarte a ti mismo compartir opiniones con personas cuyo camino
a ese punto de vista ha sido diferente a la suya. Es a la vez una forma de validación y verificación de la realidad. En mi carrera
como un antropólogo de lascompras, no siempre he visto cara a cara con los anunciantes y comerciantes. Por un lado, he
una desconfianza fundamental de la fascinación del siglo XX con la marca, no me propias camisas con cocodrilos o polo
los jugadores en ellos y extraer las etiquetas de la parte exterior de mis vaqueros.De hecho, creo que las empresas deben pagar por la me
privilegio de poner su logo en el pecho, no alrevés. Por lo que es un poco extraño para mí encontrarme a mí mismo en
el mismo púlpito con alguien que es un apasionado de la marca y cree que la publicidad es en realidad un círculo virtuoso
esfuerzo, no sólo un mal necesario. Lo que compartimos es la creencia de que las herramientas para entender por qué hacemos lo que hacemos,
ya sea en tiendas, hoteles, aeropuertos, o en línea, tienen que ser...