Estudiante
¿Un corte demasiado lejos?
Los recortes de presupuesto del G-20 son menos temerarios de lo que muchos temen. Se preocupa más bien por la escasez de reformasestructurales
The Economist (El economista), 10 de junio 2010
Usted podría ser perdonado por creer que un gran cambio en la política económica mundial acaba detener lugar. Juzgado por el comunicado emitido después de su última reunión, en Corea del Sur, el 4 y 5 de junio, los ministros de finanzas del grupo G20 de las mayores economías del mundo han dejado suscompromisos colectivos con el gasto deficitario keynesiano. A diferencia de los anuncios anteriores, incluyendo una fecha tan reciente como abril, el documento no hace mención de estímulo fiscal paraayudar a las economías que luchan. En su lugar, sostiene que "los países con graves problemas fiscales necesidad de acelerar el ritmo de la consolidación."
Algunos políticos,principalmente de Europa, elogiaron el cambio. Alemania ha estado pidiendo a gritos una mayor prudencia fiscal. George Osborne, nuevo canciller de Gran Bretaña de la Hacienda Pública que está preparando su paíspor la frugalidad fiscal, se jactó de que el G-20 había llegado al motivo de su manera de pensar. Muchos economistas keynesianos quedan horrorizados, argumentando que salvajes recortes de presupuestocaerán una frágil recuperación y condenar a los países ricos a la deflación. Paul Krugman, columnista del New York Times, escribió en su blog sobre “la locura absoluta" de "locos en autoridad".
Encierto sentido, la lógica del Sr. Krugman es razonable. En efecto, sería una locura para grandes sectores de la economía mundial para embarcarse en un conjunto inmediato y draconiano de los recortespresupuestarios. En la mayoría de las recuperaciones países ricos siguen siendo frágiles. Algunos muestran signos de debilidad renovada del sector privado de Estados Unidos, el crecimiento del...
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