Estudiante

Vida, hay que caminarte para conocerte, suvecito y con calma, sin apuros, sin desgano y con esmero para no tener que tropezar después con algún madero viejo y olvidado.
Desde el inicio de tu anchocamino y hasta un poco menos de la mitad de tu recorrido una mano me guía y me ayuda a cada paso, en algunas ocasiones me suelta esporádicamente para enseñarme como eres tu. Siento miedo al no tener mipalma unida con la suya, el miedo me agobia y percibo tu amplio y gigantesco mundo desconocido, en ese momento trato de tranquilizarme y seguir un poco más despacio, inseguro de mis decisiones peroalentado por encontrar algo que me de confianza. De ese modo continúo para encontrarme conmigo mismo. Ocasionalmente su presencia vuelve a mi y si el camino es oscuro me derriba y me arrastra hacia laluz. Esas son cosas que pasan hasta que decide soltarme completamente y quedo solo... sólo con lo que me ha enseñado.
A lo largo de tu senda se ven muchos caminos, unos a simple vista cadavéricos yotros rozagantes de alegría en el inicio de su embocadura; algunos con yerbas muy altas y otros con el césped bien cuidado y cercado de bellas flores. Hay caminos exuberantes que tras ellos esconden loque más tememos y que bajo su mascara de belleza hay infinidad de espinas, diminutos animales que cosquillean mis tobillos y pequeñas e incomodas piedrecillas que se meten poco a poco a mis zapatos,eso sin contar que algunas veces súbitamente el cielo se precipita sobre mi y sin salvación alguna debo seguir caminando aunque mis piernas duelan, aunque se hinchen y sangren. En muchas ocasiones yoquerré desistir, detendré mi marcha, miraré hacia delante y veré que falta mucho, tanto así que no veré el final; después seguramente me sentaré y me pondré a pensar si tomé una buena decisión alseguir ese camino de los muchos que tu tienes. Infinidad de veces me devolveré por donde vine sin saber que a unas cuantas millas se encontraba lo que buscaba. Si no logro llegar al final de un camino...