evolucion

EVOLUCION
Alemania 1944, llovía. Las lluvias hacían más dramáticos los momentos pensaba Shaw. Los gritos retumbaban en el laboratorio mientras los aparatos torturaban a Eric que estaba amarrado a la camilla. De repente comenzó el show, todos los objetos metálicos alrededor de Eric empezaron a flotar y en algunos casos se doblaban en ángulos imposibles. “El chico promete” pensó. Con una sonrisapetulante se volvió al hombre que estaba un metro detrás.
-¿Y bien? Le preguntó en un fluído alemán.
Essex se tomó su tiempo para responder, su rostro quedaba oculto en las sombras pero sus ojos tenían un resplandor rojizo. Vestía de negro, tenía cabello largo, lacio y negro, una palidez cadavérica y un bastón negro. Shaw en cambió era el típico ario, rubio, alto con bigote y unos fríosojos azules.
-Bastante impresionante Sebastian, hace tiempo que no veía un sujeto de estas características.
Essex hablaba en inglés con un fuerte acento británico. Shaw sabía que al eludir el alemán deseaba dictar la conversación en sus términos. No obstante no le importaba, todo lo que sabía se lo debía a este hombre.
Essex se acercó, sacó un sobre y lo puso sobre la mesa.
-Deberías ver esto,el tiempo de los nazis se acaba. Ambos sabíamos que no duraría pero esto precipitará las cosas.
Shaw abrió el sobre y a través de sus lentes observó los planos detenidamente.
-¿Es real?
-Si, los norteamericanos la tienen y planean usarlo para terminar la guerra.
Shaw se quedó ensimismado.
-Esto va a acelerar el proceso de evolución ¿sabes? ¿Cómo obtuviste ésta información?
-Mi maestro estáen Canadá y me advirtió que dejase Europa cuanto antes. Te aconsejo lo mismo.
Shaw echo un vistazo una vez más a los planos, era la bomba atómica, un exquisito plano de destrucción y muerte. La prueba que el hombre podía provocar su propia extinción. Suspiró.
-Que pena, Eric me agradaba.
-¿Qué harás con él?
-No puedo dejar cabos sueltos.
Essex fijó sus ojos en Shaw.
-¿Qué te enseñéSebastian? No le hacemos daño a los nuestros.
Shaw asintió pausadamente, él tampoco deseaba hacer daño al pequeño. No sabía si podría volver a necesitarlo en el futuro.
Al mismo tiempo lejos, en un complejo militar de Canadá aterrizaba un helicóptero. Ensabah se apeó con elegancia del vehículo, era un hombre alto y corpulento, medía poco más de dos metros. Sus ojos eran oscuros, su calva brillaba ala luz de los reflectores y sus movimientos eran sumamente delicados para alguien de su tamaño.
La doctora Ellison se acercó nerviosa a recibirlo.
-Señor Ensabah, no lo esperabamos tan pronto. Sígame por favor.
Seguía disculpándose al tiempo que le mostraba las instalaciones. Ensabah observaba sin interés el complejo. El “Proyecto Evolucion” lo había financiado desde el comienzo a principiosde la segunda guerra mundial. Aunque Ensabah se veía como un hombre de unos 40 años tenía muchos más…
Había nacido en Egipto el año 1810. Desde el principio supo que era diferente, que estaba destinado a grandes cosas. La mayor parte de su vida estuvo sin rumbo pero no fue sino hasta que conoció a alguien como él que no se sintió realmente “vivo”. En 1899 en Inglaterra conoció a Nathaniel Essex;había seguido los extraños rumores que corrían del hereje británico que realizaba experimentos atroces con cadáveres y aún con gente viva. Ambos congeniaron a la perfección, Ensabah le enseñó lo que aprendió a lo largo de su extensa vida y Essex complementó y perfeccionó sus experimentos. Tras la primer guerra mundial cada vez más de los “suyos” fueron apareciendo por el mundo, entonces decidieronseguir caminos diferentes pero con un mismo fin: preparar el mundo para el advenimiento de la especie que heredaría el planeta, el siguiente paso de la evolución.
Con un gesto Ensabah paró bruscamente la perorata de la doctora y dijo con una voz fría:
-Ya basta, lléveme con Cornelius.
Ellison se ruborizó y lo condujo a una pequeña habitación. El doctor Cornelius lo recibió con palabras...