Filosofia

Análisis crítico sobre la ciencia
El sueño de una ciencia que lo sepa y lo pueda todo procede quizá del Siglo de las Luces: en medio de un mundo dominado y sin secretos, el hombre alcanzaría lafelicidad para siempre. Pero el sueño de la Ilustración se convirtió en algo peor que una pesadilla: el horror de dos guerras mundiales.
Cabe sospechar, a la vista de tales resultados, que la pretensiónde conseguir respuestas científicas para todo, científicas soluciones absolutas, es una superstición. Es otorgar a la ciencia poderes que no tiene ni puede tener.
La mentalidad cientificista suponeque la ciencia empírica es único modo de acceder a conocimientos válidos y que la ciencia pronto nos proporcionará una explicación completa de todos los fenómeno naturales y de todas nuestrasexperiencias subjetivas
¿Progreso indefinido?
Ciertamente la ciencia progresa y eso no lo puede negar nadie. Pero el modo como progresa ha sufrido últimamente una profunda revisión. Era una idea muydifundida que la filosofía –y, en general, las ciencias humanas- no podían progresar porque procede por transformaciones: una ideas substituyen a otras, un nuevo sistema desplaza al anterior: cambia elpanorama del pensamiento pero no se avanza en absoluto. En cambio, las ciencias de la naturaleza –se pensaba- son acumulativas: los nuevos conocimientos vienen a añadirse a los antiguos como piedras deuna gran edificio.
Pues bien, en 1962 un científico norteamericano publicó un libro que se haría famoso: La estructura de las revoluciones científicas. El autor, Thomas Kuhn afirma: “Quizá la cienciano se desarrolla por medio de la acumulación de descubrimientos e intentos individuales”.
En efecto: la ciencia es fundamentalmente, obra de la comunidad de científicos, no de “genios aislados”. Ypara ingresar en dicha comunidad es preciso asimilar “un conjunto dado de creencias recibidas que profesa el grupo en un momento determinado”, es decir, vocabulario, datos, problemas, procedimientos,...