Foucault - El suplicio de los condenados

Capitulo 1. 1. El suplicio de los condenados

Robert François Damiens (1715-1757), fue condenado el 2 de marzo de 1757 por la tentativa de asesinato a Luis XV.
El castigo consistía en llevarlo desnudo, en camisa, en una carreta a la Iglesia de Paris. Sobre un cadalso, debían serle atenazadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano derecha quemada con fuego de azufre, y sobrelas partes atenazadas se le vertía plomo derretido, aceite hirviendo. Su cuerpo debía ser estirado y desmembrado por cuatro caballos, y sus miembros y tronco consumidos en el fuego, reducidos a cenizas, y estas tiradas al viento. Fue descuartizado, operación que llevó mucho tiempo: se debieron agregar dos caballos más para desmembrar sus muslos, cortar sus nervios.

75 años después, León Faucherredactó el reglamento “para la Casa de jóvenes delincuentes de Paris”

- El trabajo durará 9 hs diarias en toda estación. Se consagrarán 2 hs al día a la enseñanza.
- Los presos se irán a la capilla, donde se reza la oración de la mañana (lectura moral o religiosa).
- Los presos deben lavarse las manos y la cara y recibir la primera distribución de pan.
- Se forman por talleres y marchan altrabajo.
- Luego pasarán al refectorio, se forman por divisiones.
- Se entra a la escuela por divisiones. La clase dura dos horas, empleadas en la lectura, escritura, dibujo y cálculo.
- Marchan a los patios para el recreo.
- Lectura de 15 minutos con fines instructivos; oración de la noche.

No sancionan los mismos delitos, no castigan el mismo género de delincuentes. Pero definen bien, cadauno, un estilo penal determinado. Menos de un siglo los separa. Desaparecen los suplicios. Existe hoy cierta inclinación a desdeñarla. Castigos menos físicos, discreción en el arte de hacer sufrir, juego de dolores más sutiles, más silenciosos.
En unas cuantas décadas ha desaparecido el cuerpo supliciado, el cuerpo como blanco mayor de la represión penal.

A fines del siglo XVIII, ycomienzos del XIX, la fiesta punitiva está extinguiéndose: desaparece el espectáculo punitivo, se anula el dolor; se abolió la retractación pública, se suprimió la picota, los trabajos públicos forzosos (retos, burlas, injurias, golpes). Según Rush, estos métodos son muestras de la barbarie de los siglos y de los países, de la débil influencia de la razón y de la religión sobre el espíritu humano.
Elcastigo ha cesado poco a poco de ser teatro, espectáculo; se convertirá en la parte más oculta del proceso penal. Ahora el castigo supone la certidumbre de castigar, y no llevarlo a un teatro abominable. La justicia no toma sobre sí públicamente la parte de violencia vinculada a su ejercicio.
Lo esencial de la pena consiste en corregir, reformar, curar, no en castigar. La penalidad no sólo es unamanera de reprimir delitos, sino que también está encaminada a obtener una reparación del individuo.

La prisión, la reclusión, los trabajos forzados, el presidio, la interdicción de residencia, la deportación son penas “físicas”, recaen sobre el cuerpo, pero a diferencia de los suplicios, el cuerpo se encuentra en situación de instrumento o de intermediario. El sufrimiento físico, el dolor delcuerpo mismo, no son ya los elementos constitutivos de la pena. Los trabajos forzosos o la prisión conllevan al racionamiento alimenticio, privación sexual, golpes, celda.
- La prisión ha procurado siempre cierta medida de sufrimiento corporal. Sin embargo, no siempre es punitiva: los presos pasan menos frío, menos hambre que muchos pobres u obreros.

Es acá donde intervienen vigilantes,médicos, capellanes, psiquiatras (no es experto en responsabilidad, sino consejero en castigo), psicólogos, educadores: el juez no va a ser el único que juzgue. “Es para disculpar al juez de ser pura y simplemente el que castiga”.

Luego del suplicio, se planteó la idea de la guillotina -1792-, la horca [decapitación] métodos más rápidos, obtenidos de un solo golpe sin recurrir a suplicios...