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Donada durante el gobierno del presidente Caldera, la piedra Kueka hace ahora parte de un proyecto creado por el artista alemán Wolfgang Schwarzenfeld en Berlín. El pueblo Pemón atribuye el desequilibrio ambiental y las desgracias a la ausencia de la piedra.
Jhon Lindarte
Cuenta el pueblo Pemón que hace miles de años existió una muchacha de origen indígena Mucuschí que, pese a lasprohibiciones de su comunidad, se enamoró perdidamente de un hombre de la tribu vecina: los Taurepán. Los jóvenes, ignorando los principios de su pueblo, consumaron su amor prohibido y se casaron sin darle importancia a las advertencias de sus parientes.
El Dios Pemón Makunaima, ofendido, convirtió a los enamorados en dos enormes rocas que permanecerían juntas por toda la eternidad. El amor de los jóvenestrascendió el tiempo y el pueblo Pemón vio estas piedras como un ancestro espiritual dador de cosechas y de buenos tiempos. La roca fue bautizada por ese pueblo con el nombre de “Kueka” que en su lengua natal significa “abuela”.
Desde entonces las piedras permanecieron juntas en lo que hoy se conoce como el Parque Nacional Canaima, a pocos kilómetros de la comunidad de Santa Cruz de Mapurí delestado Bolívar, hasta que en el año 1998 el artista Alemán Wolfgang Von Schwarzenfeld descubriera su belleza y comenzara la tramitación con el entonces gobierno de Rafael Caldera y las autoridades de Instituto Nacional de Parques (Inparques) para trasladar la piedra al museo-jardín Global Stone de Alemania.
Amor separado
Schwarzenfeld tenía un proyecto en mente: reunir cinco piedras, una por cadacontinente, y atribuirles un valor de unidad mundial: la roca de África representaría la esperanza, la de Europa el despertar, Asía sería el perdón, Oceanía la paz y por último América, con la piedra Kueka, sería el amor.
El gobierno de Rafael Caldera entregó en forma de regalo a la ancestral roca Pemón de más de 30 toneladas y 12 metros cúbicos de volumen al artista Schwarzenfeld. Kueka fuetrasladada al parque Tiergarten de la ciudad de Berlín para ser parte de una colección expuesta al aire libre.
Beatriz Bermúdez, antropóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y miembro de la Coordinación Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas (Clacpi), apunta que el artista alemán sí conocía el trasfondo cultura-religioso que representaba Kueka para elpueblo Pemón, pero que aun así la quiso trasladar, pues su carga mito-mágica era “un plus” para su obra.
Desde el momento de la separación de Kueka de su eterno compañero, varios grupos asociados a la defensa de las culturas indígenas protestaron en contra de la medida. El pueblo Pemón atribuyó a la extracción de la piedra los desequilibrios ambientales y la poca cosecha de la zona, por eso intentó,fallidamente, obstaculizar el km 88 de la Gran Sabana, vía por la cual sería trasladada la roca.
De quién es la culpa
El licenciado en Historia, Daniel Terán, asegura que para 1998 Venezuela y Alemania gozaban de muy buenas relaciones, y que por tanto, el gobierno de Caldera “en una especie de gesto de buena voluntad donó la piedra Kueka para que hiciera parte de un interesante proyectoartístico encabezado por Schwarzenfeld”.
“Después de 1999, cuando comienza un nuevo proceso político liderado por el presidente Hugo Chávez, se reforma la constitución, y la Asamblea Constituyente le reconoce los derechos a los indígenas como ley. Desde entonces se avivaron las protestas, pues muchos sectores que se opusieron desde el principio a la medida de Caldera, aprovecharon y reclamaron ladevolución de la piedra”, recuenta el historiador.
La antropóloga Bermúdez opina que la donación de la roca responde al desconocimiento de los gobiernos sobre la cultura indígena de Venezuela. “Kueka es de los Pemón”, asevera. “Y los Pemón tienen una cosmovisión diferente a la nuestra. Para los pueblos indígenas toda la naturaleza es sagrada: las plantas, las rocas, las montañas y toda la geografía....