Funcion paterna
AREA 3. CUADERNOS DE TEMAS GRUPALES E INSTITUCIONALES
Nº 10 – Verano 2005
La función paterna: cambios en el modelo de masculinidad y necesidades psicológicas en la infancia-adolescencia [1]
Maite San Miguel [2]
Introducción:
El título de esta conferencia lo encabeza la expresión “función paterna” y no el vocablo “padre” o “paternidad”. El motivo es que estas últimaspalabras se encuentran más asociadas a padre biológico. Función-paterna, sin embargo, nos permite librarnos, en alguna medida, de ese lazo biológico, des-naturalizar lo que consideramos una función simbólica, ligada a la cultura y, por tanto, no necesariamente encadenada a un sexo o a una capacidad biológica (la reproductiva). Por otra parte, función paterna nos convoca más las necesidades del infante,así como las capacidades o atributos que necesita una persona para cumplir con dicha función y, por tanto, que pueden -o no- estar presentes.
Ahora bien, el hecho de considerar la función paterna como una función no-biológica (aun cuando en muchas ocasiones se nos aparece ligada a la paternidad biológica) nos plantea otra cuestión y es la de si hay algo esencial en dicha función, una propiedadinalterable de ella; o si la función paterna hemos de situarla en un contexto histórico. Esto ha preocupado a la sociología y a la antropología que han estudiado modelos de paternidad o características específicas en distintas culturas. También contamos con los trabajos críticos de teoría feminista sobre el patriarcado, en los cuales queda ligada la primacía social de lo masculino a un poderejercido en muchos ámbitos y que en la familia tomaría los caracteres del denominado pater familias.
Otros trabajos críticos con nuestra herencia cultural y con esa consideración de que la paternidad tiene algo de intemporal van a llamar nuestra atención acerca de que todo aquello que en la historia aparece como eterno es el producto de un trabajo de eternización que incumbe a una serie deinstituciones interconectadas como son la familia, la iglesia, el estado y la escuela. La cita es de Pierre Bourdieu, un pensador francés recientemente fallecido (2002) que ha hecho incursiones en la etnografía, la sociología, la historia y el psicoanálisis para estudiar las diversas formas en que se recrean y se trasmiten las relaciones (desiguales) entre los géneros.
A este respecto resulta básicoaludir a los denominados “estudios sobre el género” que desde distintas disciplinas han cuestionado los modelos vigentes de masculinidad y feminidad y esto en varios sentidos. En primer lugar para mostrar la falacia que encierra la suposición de que tales contenidos (aquello que consideramos propio de los hombres y de las mujeres) son derivados de características corporales o consecuencia depertenecer a uno u otro sexo. Esta operación tiene una larga tradición, que incluso ha afectado a las ciencias. La medicina, por ejemplo, ha sostenido que las características anatómicas o funcionales del sexo femenino explicaban un cierto destino maternal e incluso características psicológicas de las mujeres (Laqueur, 1994).
Los trabajos sobre el género también han llamado nuestra atención sobre elhecho de que lo que se adjudica a uno u otro sexo sigue una lógica “binaria”. Esto es, se supone una división entre los géneros de características y funciones complementarias y, por lo mismo, excluyentes. Este “binarismo” de género trae aparejado una profunda división de funciones sociales, psicológicas e incluso de rasgos de la personalidad que puede llevar a los sujetos a tener conflictos en larepresentación de sí-mismo. Estudiosos de diversas disciplinas colocan esta oposición (masculino/femenino) en el conjunto de oposiciones (arriba/abajo; alto/bajo; ) con los que nuestro pensamiento y lenguaje ordenan el universo. Pero este juego de oposiciones no es neutral, pues todas ellas están atravesadas por otra oposición: superior/inferior. Pareciera que cuanto más oposición encierren dos...
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