Gilgamesh en el país de la vida

Gilgamesh intenta ir al país de los vivientes, ha resuelto ir al país de la vida.
Dijo a su siervo Enkidu:
-No han traído ni ladrillo, ni sellos de barro de la tierraque es más fértil. Tengo que ir a esa tierra; tengo que hacer grande mi renombre. Muchos nombres allá hay famosos: tengo que hacer que este el mío.
Su siervoEnkidu le respondió:
-Señor, si a esa tierra quieres ir, dale cuenta a Utu: es quien tiene el señorío de ese país. La tierra de los cedros cortados es de Utu. A élhay que dar cuenta.
Gilgamesh puso sus manos sobre un cabrito todo blanco; un morenillo cabrito, que contra el pecho apretó: era su ofrenda al Dios, el empuñósu bastón de plata. Y así clamo a Utu, señor de los cielos:
-¡Yo quiero entrar a esa tierra: ponte tú en mi favor! ¡Tierra de cedros cortados ponte tú en mi favor!
Delcielo le responde Utu:
-¿Ciertamente eres fuerte, pero serás capaz de llegar a esa tierra?
-¡Oh Utu, quiero decirte, pero decirte al oído que en mi ciudad muriendoestán los hombres, abatido su corazón esta!
“¡Muere el hombre, muere: la pesadumbre abruma su corazón!
Yo atisbo la muralla y veo montones de muertos, y muchos cadáveresvan flotando por el río.
Y ésa es la misma suerte que me está esperando por mí.
Si el hombre es el más alto no puede estirar el cielo;
Si el hombre es el más ancho, nopuede estirar la tierra.
¡Y no han traído ni ladrillos ni sellos de barro de la tierra que es más fértil!
¡Tengo que ir a esta tierra; tengo que hacer grande mirenombre. Muchos nombres hay famosos; tengo que hacer que esté el mío!”
Utu propicio vio sus lágrimas y su ofrenda.
Cual si fuera hombre compasivo, concedió su compasión.