Goya: pintor a destiempo

Goya: pintor a destiempo

Resulta difícil encasillar dentro de una corriente a los grandes genios del arte, en el caso de algunos porque son ellos quienes sientan las bases para que se den losgrandes cambios, y en el caso de otros porque se salen completamente del camino creando un estilo tan singular que resulta imposible imitar, dentro de los del segundo grupo tenemos a Francisco de Goya.Francisco de Goya es el pintor costumbrista, el pintor neoclásico, el retratista, el pintor religioso, pero también es el pintor romántico, el vanguardista. Tenemos así dos lados de una misma moneda:el artista sujeto a los convencionalismos de su época (aunque nunca totalmente) y el pintor que se libera de toda imposición estilística, lo que le valdrá la denominación de «primer pintor moderno».Yo veo en Goya a un verdadero artista, es decir, el que pese al tiempo y al lugar se encuentra a sí mismo y manifiesta esa individualidad mediante su talento artístico.

Hay una primera etapa en elarte goyesco: la influencia del decadente arte barroco y el floreciente neoclásico le dieron a Goya la bienvenida al mundo de la pintura. En España las ideas de la ilustración fueron bien acogidaspor un grupo mínimo de pensadores amantes del conocimiento, sin embargo, la gran vigilancia que la iglesia y en particular la inquisición ejercieron sobre la sociedad, obstaculizaron el desarrollo deuna cultura eminentemente racionalista, de manera que si bien Goya pintaba al estilo neoclásico, la temática de su obra se inclinó por la pintura religiosa y posteriormente las escenas cotidianas y losretratos. Aunque resulta obvio que este primer estilo fue condicionado por el destino que tendrían sus pinturas (decoración de templos, tapices para las dependencias de la realeza española, pinturaspara la corte), la obra de Goya no desmerece, se ve ya en sus primeros trabajos un intento de originalidad que lo impulsa a retratar lo que tiene a su alrededor, no es puramente realismo, pero sí...