Guatire y sus protagonistas "Rojitas", Con La Historia en la Piel.

Es muy sencillo llegar una tarde a un edificio de apartamentos, en la periferia urbana de Guatire, a molestar la calma de una familia de buena índole un domingo cualquiera. Tan sencillo como asomarse a la ventana de ese hogar para deificar la belleza del paisaje montaraz, escuchar el arrullo del río cercano y descubrir en Valle Arriba que aún quedan paisajes casi vírgenes en una Guatire que seha escapado definitivamente de las manos de todos por la vorágine del concreto.

Lo que resulta rotundamente difícil es asimilar, en menos de dos horas de conversación con un interlocutor sin igual y con una cinta magnetofónica de apenas 60 minutos, las tramas de la historia contemporánea de este terruño, que ha vivido en su propia piel Manuel Ángel Rojas, Rojitas para todos, quien a sus noventaaños puede decir con fe absoluta que la historia chica del siglo XX difícilmente puede escaparse de su memoria, por demás prodigiosa.

Sin titubeos

Nos cuenta hasta el detalle sorprendente las incidencias del levantamiento del 29 y la muerte de Ostos, que presenció a las cinco de la tarde cuando siendo un imberbe se instaló con curiosidad precoz en el cementerio de El Calvario, mientrasescuchaba las balas ir y venir sobre la Jefatura Civil, pero inhábil en materia de estrategias buscó cobijo de unos amigos en la oficina del telégrafo, a donde fueron a parar, para su asombro y terror, los insurrectos buscando apoderarse de las comunicaciones. También recuerda, como si fuera ayer, la colecta popular para adquirir la estatua de El Libertador en 1930 donde él, como joven estudiante,contribuyó recogiendo dinero hasta de las mesadas de los compañeritos.

El chiste a flor de labios

Cual fabulador medieval impregnó la entrevista con un efluvio de episodios extraordinarios, mientras al fondo de la sala lo miraba con cariño resignado su hija Omaira, la mayor de la progenie que completan Yolanda, Francisco y Trina, a quienes trajo al mundo con Priscila Ferrara durante unalarga vida que más bien parece un anecdotario. Omaira interrumpe con un jugo de fresas y advierte, ante la insistencia de los entrevistadores, que hoy sí, resulta un viejito entrañable y bonachón, pero Rojitas tuvo sus días aciagos cuando era sencillamente un bohemio empedernido que desaparecía de casa hasta por dos semanas. “Los amigos, la parranda, ese siempre fue mi papá” confiesa.

Su origenRojitas ni se inmuta y cuenta que nació en el Cerro e` Piedra el 24 de mayo de 1915, en medio de una familia de estirpe guatireña y de vocación progresista, siendo su padre Trino Augusto Rojas García el creador de la primera alpargatería del pueblo en 1904, “la que abastecía todo ese barlovento” y terminó patrocinando al equipo de béisbol “los alpargateros”, y que siendo el “maraco” de casarecibió la influencia de sus hermanos, especialmente de Gustavo quien se convirtió en un personaje reconocido en la época tanto por sus aficiones como por su labor social: además de propulsor del fútbol en Guatire fue fundador de una de las primeras estaciones radiales del país llamada La Voz del Éter que emitía su señal desde estos valles en el año 32.

Sus maestros

También relata confascinación el aporte de Juan José Fermín, el maestro de sus primeras letras, a lo que sería luego su regusto por los conocimientos universales, hasta que se interpuso en su vida el Circo como un sortilegio que le abrió las apetencias por la creación, yendo a constituirse, siendo apenas un adolescente de pantalones cortos, en un pequeño empresario de las bambalinas que apenas si llegaba a reunir un bolívara costo de entrada por sus espectáculos de volatines entre la muchachada de los Martus y los Muñoz, mientras él se desempeñaba como equilibrista, el poeta Borges, quién lo diría, se contorsionaba con elasticidad deslumbrante para la gracia de la concurrencia, Gustavo su hermano se desempeñaba como malabarista, y Teodorito Cuevas hacía las veces de caminador sobre el alambre, y no faltaban las...